En la espiral del silencio congresista estadounidense
Barbara Lee levanta su voz contra la guerra.

foto: CSPAN Abril, 1998

San José, 10 de octubre. RIF/FIRE
“Al igual que el resto de la gente aquí, tengo cólera y repulsión por los ataques [del 11 de septiembre, 2001] y creo que hay que tomar medidas apropiadas para llevar a la justicia a los responsables” dijo a RIF vía entrevista por correo electrónico, la única voz que el pasado 14 de septiembre se opuso a dar al Presidente de los Estados Unidos la autorización de llevar a la nación a una guerra.

Barbara Lee, congresista demócrata, trabajadora social afro-americana que representa al Distrito Congresional número 9 que incluye Oakland, Berkely y Alameda de California. Es Vicepresidenta del Caucus Progresista y preside el Caucus de la Comisión de VIH/SIDA de los Blacks en el Congreso.

Nació en El Paso, Texas y en 1960 se fue a vivir a California. Ha sido galardonada con el premio del Mérito del Banco de América y el premio de Música del Club de Rotarios.

Su vocero, el señor Andrew Sousa explicó a este medio que ella “ha trabajado para construir coaliciones bi-partidistas para cubrir necesidades interrelacionadas de los estadounidenses, como servicios médicos, vivienda, educación, empleo, trabajo, con el ideal de crear condiciones vida pacífica en las comunidades y en el mundo. Considera que para cubrir esas necesidades, los estadounidenses y sus representantes deben reordenar las prioridades y redefinir la seguridad nacional, ya que un presupuesto militar inflado debilita en vez de fortalecer nuestra seguridad nacional.”

Sousa explicó a Radio Internacional Feminista que por el momento la Congresista no estaba dando declaraciones públicas directas desde el día después que emitió su voto, “porque la presión e incomprensión ha sido demasiada”.

Cuales fueron las razones para haberse opuesto tan categóricamente a darle al Presidente poderes de convocar a la guerra

“Con duelo y dolor por los que fueron asesinados y heridos, y con la cólera contra quiénes lo hicieron, estuve confrontada con la solemne responsabilidad de votar para autorizar que la nación fuera a la guerra. Algunos creyeron que esta resolución era solo simbólica, diseñada para mostrar determinación nacional. Pero yo no pude ignorar que, bajo la Resolución de Poderes de Guerra y bajo la Constitución, entregaba autoridad explícita para ir a la guerra.

Se constituía en un cheque en blanco endosado al Presidente para atacar a cualquiera que estuviera involucrado en los eventos del 11 de septiembre, en cualquier lugar, en cualquier país, sin tomar en cuenta la política exterior de largo plazo de nuestro país, los intereses económicos, los intereses de la seguridad nacional, y sin limite en el tiempo.”

foto: CSPAN Abril, 1998

Implicaciones de la Resolución H.J. 64

La Resolución H. J. 64 del 14 de septiembre cedió al Presidente la autoridad del Congreso referente al uso de la fuerza militar en respuesta a ataques terroristas.

“Al dar esa autorización tan amplia, el Congreso falló en su responsabilidad de comprender las dimensiones de su declaración. Yo no pude apoyar tal permiso que da autorización al Presidente para hacer guerra; creo que las vidas de más gente inocente están en riesgo.

El Presidente tiene la autoridad constitucional de proteger la nación de más ataques y ha movilizado las fuerzas armadas para hacerlo. El Congreso debió haber esperado a que se le presentaran los hechos y entonces haber actuado con un conocimiento más completo acerca de las consecuencias de nuestra acción.”

Afirmó que para planear su postura, la noche antes consultó miles de ciudadanos y ciudadanas, quienes en su mayoría le aconsejaron cautela, pidiéndole que asegurara que hubiesen pruebas y que la violencia no engendraría más violencia. “Otros me recomendaron que aprobara la moción como gesto simbólico, o por razones geopolíticas, o porque creían inevitable la opción militar.Sin embargo, yo no estoy convencida de que votar por la resolución preservaría y protegería los intereses estadounidenses.”

Medidas alternativas para hacer justicia.

Sustentó su postura acerca de lo que EUA deberían hacer en lugar de la guerra: “Nosotros debemos de- sarrollar nuestra inteligencia [investigación] y llevar a la justicia a quienes lo hicieron.

Debemos movilizar y mantener una coalición internacional contra el terrorismo. Finalmente, tenemos la oportunidad de demostrar al mundo que los grandes poderes pueden escoger dar la batalla en los frentes de su escogencia y que pueden optar por evitar las acciones militares innecesarias cuando otras rutas para abordar nuestras legítimas quejas y para proteger nuestra nación están disponibles a nosotros

Debemos responder, pero el carácter de la respuesta va a definir, para nosotros y nuestras hijas e hijos, el mundo que van a heredar. Yo no cuestiono la intención del Presidente de eliminar el terrorismo en el mundo, pero tenemos medios para lograr esa meta y las medidas que activan más actos de terror o que no abordan las raíces del odio no aumentan nuestra seguridad.

El mismo Secretario de Estado Colin Powell ha señalado elocuentemente las múltiples formas en las que podemos llegar a la raíz del problema....[medidas] económicas, diplomáticas, legales, políticas, así cómo las militares.

El intempestivo lanzamiento de contraataques militares es un riesgo muy grande de que más gente inocente, hombres, mujeres, niñas y niños van a ser asesinados.

Yo no podía votar por una resolución que [estoy convencida] traerá tales resultados.”

Acerca de las resoluciones que apoyó y las que rechazó, el vocero de Barbara Lee aportó la siguiente cronología:

El 12 de septiembre voté a favor de la Resolución H.J. 61 que condena los ataques terroristas, extiende condolencias a las víctimas y sus familiares, reconoce los actos heroicos de los trabajadores de rescate en la zona de las Torres Gemelas, apoya al Presidente en la necesidad de castigar a los responsables de los ataques y declara ese día un Día Nacional de Unidad y Luto.

El 13 se septiembre vote a favor de la Resolución H. Con. Res. 225, que expresa el sentido del Congreso de que las Americanas y Americanos deben ondear la bandera Americana, y la Resolución H.R. 2882,que agiliza los pagos de beneficios a los familiares de policías muertos o heridos en los ataques, y a favor de la H.R. 2884, que libera de pagar impuestos a las víctimas de los ataques.

EL 14 de septiembre vote a favor de la HR. 2888, la cual otorgó $40 billones de dólares en fondos de emergencia para incrementar la seguridad pública, las actividades anti-terroristas, los esfuerzos de recuperación ante desastres,, y asistencia para las víctimas de la tragedia. Ese mismo día aprobé la 227 H. Con. Que condena la intolerancia y la violencia contra los Árabes, Musulmanes y Surasiáticos. También la H. Res. 238 que condena la especulación con los precios de la gasolina después de los actos terroristas del 11 de septiembre, 2001. Voté a favor de la H. Res. 239 la cual ondea la bandera Americana sobre el Capitolio en homenaje a las víctimas de los actos terroristas del 11 de septiembre, 2001.