La Vida: ojo de huracán

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LA VIDA: OJO DE HURACÁN

 

20/9/17, 8:31 AM - María Suárez:

Experimentar un huracán a la orilla de mar es una experiencia para toda una vida. De niña esperamos al menos dos…que yo recuerde. No había tele, ni había internet, ni siquiera radio muchas veces. Había que escuchar la propia naturaleza para comprender lo que iba a ocurrir y escucharnos unos a los otros para darnos aliento.

 

SRA Maribel Toro de Suárez 

En la fotografía la profesora y escritora
Sra Maribel
Toro de Suárez, preparando
provisiones
a pocas horas de la llegada
del huracán.
 

Las horas antes del huracán las compartíamos como el resto de la naturaleza en el bullicio de las preparaciones aceleradas para construir refugio seguro donde pasar los embates del viento, el agua y los mares.

Éramos animales salvajes, ruidosos, moviéndonos, gregarios, sin separarnos del clan.

Hoy fue igual en el trayecto entre Vega Baja y Villa Caparra… todo el mundo buscando agua, comida, refugio y compañía. Poco a poco, ya cayendo la noche cada quien, como los cangrejos, las gallinas, los pájaros y los peces, cada quien encerándose en su lugar de guarida.

Silencio, total silencio. Parecía que hasta el cielo cotidiano se preparaba para los embates de los vientos del huracán. Cielo rojo, casi como si no tuvieron atmosfera.  Solo vi eso una vez a los 19 años cuando presentaron los videos del hombre en la luna. ¡Era igual! Ni ruido, ni aire moviéndose… nada, el vacío a la espera de lo inesperado…

El ojo puede más que el oído cuando viene por el mar y se está en la playa. Destellos de irrupciones en el mar que había también quedado como un plato rojo.  De repente el silbido ensordecedor de la furia de los dioses taninos, que por alguna razón se tiene que expresar de algunas formas de vez en cuando, tal vez para recordarse Dios, tal vez para recordarnos que los humanos no lo controlamos.

No sé, de pequeña siempre sentí que era una lección, tal vez porque no podíamos hacer otra cosa que aprender de ellos.

En un momento el caos, el desorden, el mar no era mar, ni el agua dulce tan dulce. Los árboles y las palmeras, que muy a menudo se mecieron al ritmo de la suave brisa tropical, hoy estaban a merced de los dioses de los vientos para despojarse de todas sus ramas de un solo golpe.  Como cuando la vida parece que nos quita todo… para que siempre aprendamos a volver a empezar… se dejan solo las raíces, para que tengamos con qué.

El miedo. El miedo se mezclaba con el deber cumplido de habernos preparado lo mejor que pudimos. Saber que no controlábamos NADA en esta vida de lo que hagamos con lo que se nos presenta. Eso es atemperar el miedo, nada más.

Horas que parecían minutos, segundos que se convertían en horas…El tiempo deja de ser tiempo también.

Y al pasar de su ojo que nos quedaba mirando cómplice de la vida que se mueve a su propio ritmo y lo cambia cuando quiere, nos dice que nunca somos los mismos. Nunca, a menos que por paralizarnos permanezcamos por la vida como muertos.

Después vuelve la calma y en un proceso también, todo va saliendo de debajo de la tierra, de los refugios, de la maleza, recuperando movimiento. Un movimiento lento de “vuelve a la vida”.

Y todo vuelve a ser, pero diferente.

Ojalá pueda seguir contándoles esto mañana. Buenas noches que tengo que buscar cama para saber si esto es una pesadilla, un sueño o la vida como es casi siempre.

Qué coincidencia, este se llama como yo...?

Qué quieres ahora de mi, vida?

26/9/17, 9:02 AM - María Suárez: Sin comunicaciones, sin electricidad, sin agua, con vida, con lluvia y buenas verduras, agua de pipa y comunidad. Estamos incomunicados en Vega Baja y para venir a comunicarme son 2 horas de viaje en escasez de gasolina. Todo bien, mi madre una titana... atendiendo bebés y adultos mayores.... besos.

Será hasta dentro de una semana más

2/10/17, 9:33 AM - María Suárez: En Haití, una semana después del terremoto, había más presencia de dinero, barcos, aviones, civiles, gobierno y militares de los  Estados Unidos, brindando apoyo que lo que hay aquí. Y para colmo, las ayudas de Francia y otros países europeos no puede llegar porque a Trump no le ha dado la gana de hacer una excepción a la ley de cabotaje que solo permite comercialización mediante sistema EUA.

Los sistemas que manejan directamente los Federales, ejemplo Torres de Control de Aeropuertos y hasta Veteranos... no han sido reactivados para apoyar la crisis.

No digo esto para politizar. Es para que sepamos que el control de los poderes en manos federales y el gobierno para mantenerlo y punto, aunque sea en la inoperancia, hace que la crisis cada día se ponga PEOR, lejos de mejorar.   

Las medidas que tome cada quien en sus casas, sugiero que sean para encerrarnos con seguridad y absteniéndonos los más posible de salir, como si viniera otro huracán, este sería social.

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