Radio Internacional Feminista, oct 2001
 
Jornadas por la Paz,  la Justicia Social y los Derechos Humanos

"La prepotencia del poder"

Estractos entrevista Mirna Cuninham, secretaria general y fundadora de la Universidad Uraccan en Nicaragua, costa Atlántica, Centroamérica

La angustia y el temor prevalecieron durante los años de guerra en Nicaragua, en cualquier momento podía ocurrir un ataque. El que les pudiera ocurrir algo a tus seres más queridos, a tus hijos,  familiares, hace que salir a la calle siempre sea un temor.

En términos generales,  siento esa misma situación de angustia, ahora bajo los ataque terroristas en Nueva York, pero siento además la reacción posterior a los ataques, la cual es similar en todos los pueblos. Cuando se sienten amenazados comienzan a vivir un proceso de acercamiento, a unirse, a compartir esa angustia y a sufrir de forma conjunta. Por ejemplo, vemos los mismos altares,  así como los que hacíamos nosotras en Nicaragua. Vemos a las mamás, a los familiares caminando con las fotos de sus seres queridos, pidiendo por un lado encontrarlos, pero a la vez pidiendo justicia. Se puede decir que esta es una situación de angustia similar, o sea es una cultura de angustia, de dolor que se ve en estos momentos.

Sin embargo, por el otro lado, lo que se ve es la misma situación de prepotencia de los que están en el poder. Una prepotencia en el sentido de buscar culpables, de utilizar un lenguaje agresivo que realmente nada tiene que ver con la angustia de las personas que están sufriendo.

Creo que esta situación enmascara un poco la intolerancia, que algunos sectores aprovechan para sacar, porque la intolerancia y la discriminación racial ahorita se manifiesta pero no es una situación nueva, ni es una situación dada por el conflicto, sino que es una situación, que precisamente ayer era uno de los temas que discutíamos de la conferencia, que se ha agudizado con el modelo de globalización. No hay coincidencia en la internacionalización de la mano de obra, o sea no hay una incoherencia en ese sentido porque se abren los mercados, y cuando se abren se necesita internacionalizar también la mano de obra barata, la verdad es que la gente encuentra situaciones de xenofobia en todos los países en donde van, los que van a cumplir con ese mandato del mercado que es hacer ese trabajo.

Entonces esta situación actualmente en Nueva York, es efectivamente lo que se vivió en la Conferencia Mundial contra el Racismo, la Xenofobia y todas las formas de intolerancia en Durban, Sudáfrica y la cual tiene toda la vigencia. Algunos países entre ellos el gobierno de Estados Unidos se retiraron de la Conferencia y no quisieron abordar el tema del Racismo, la discriminación racial y la xenofobia. Y es que fue precisamente el primer país que se retiró de la misma, evidenciando con ello toda la intolerancia. Su participación era importante sobre todo por el compromiso de los estados para empezar a abordar este tema tan complicado y tan serio a través de políticas públicas estandarizadas en el nivel internacional.

Hoy creo que esto ha sido como un buen postre después de Durban, en el sentido de que allá pudimos ver a la sociedad civil y a los Estados en condiciones totalmente diferentes. Por un lado la sociedad civil aportando con propuestas, tratando de elaborar un documento inclusive que recogiera las voces de todas las víctimas del racismo, la discriminación racial y la xenofobia, todas las formas de intolerancia y por otro lado los estados estancados en formular políticas públicas, ni-siquiera se pudieron poner de acuerdo con los temas más serios. Precisamente esa es la misma situación que se vive en los Estados Unidos, una población afectada, totalmente angustiada, buscando causes, buscando salidas a la situación de angustia y en otro nivel, que es el nivel del estado, con un lenguaje totalmente agresivo y totalmente desconectado de la situación de intolerancia.

Creo que ha habido una relación entre distintos grupos de Estados Unidos, grupos locales, y sectores de la sociedad civil en América Latina que se han venido construyendo puentes en los últimos 20, 25 años. Por ejemplo a partir de lo que fue el asalto en Chile y de todas las violaciones a los derechos humanos en el Cono Sur, lo que fue toda la guerra en Centroamérica y el proceso de construcción de Paz, los mismos puentes que la sociedad civil se han ido construyendo a través de las conferencias mundiales de Naciones Unidas: El tema de los derechos de las mujeres, de los niños, de los indígenas. Esto quiere decir que existe un inició de construcción de puentes.

Nosotros hemos venido señalando en los últimos años que estos puentes tendrían que construirse precisamente como puentes de relaciones, en donde el norte poco a poco se venía pareciendo desde el punto de vista de la globalización de roles con el modelo de globalización económica, política cultural. Habían más y más sectores en el norte que tenían que aprender de lo que habíamos vivido y estamos viviendo. Yo creo que esta es una oportunidad nueva que tenemos que seguir aprovechando en el sentido de que nosotros los que hemos vivido la guerra de 10 años en medio de un conflicto que lo ha llevado a una guerra de 50 años, somos generaciones que podemos realmente a aportar.

Y es que los hermanos y hermanas aquí en el norte, que están enfrentando por primera vez esta situación de angustia, no es que sea la primera vez que lo enfrentan, pero que hasta ahora lo están asimilando como problema. Nosotros podemos aportar con nuestra experiencia sobre cómo se debe de trabajar en educación comunitaria, en educación para la paz, en la cultura de tolerancia, en la cultura de construcción de relaciones interétnicas y interculturales como un proceso educativo y ese sería una de las áreas en las cuales tenemos que trabajar.

Creo que es una oportunidad para que nosotros mismos en nuestros países comencemos también a desarrollar mayor grado de compromiso en el sentido de que las propuestas de desarrollo alternativo nuestras tienen que construirse en nuestras propias regiones. Que la gente deje de ver estos países del norte como una opción económica, como la opción del futuro, que los jóvenes nuestros comiencen realmente a comprometerse más en nuestros propios países Y yo creo que esta es una oportunidad para fortalecer los lazos de comunicación y los lazos de educación pero ante todo seguir fortaleciendo esos lazos humanos, las relaciones entre seres humanos que al final es lo que nos iguala a todos.

Nosotros en Latinoamérica tenemos una experiencia de construcción de paz muy fuerte. Yo creo que la experiencia de mi pueblo nicaragüense es tan importante, en el sentido de que no debemos en situaciones de conflicto caer en la trampa de la intolerancia, ni caer en la trampa de buscar el enemigo en el hermano que comparte una cultura diferente. Y yo creo que el pueblo latinoamericano tiene que comprender que esta situación que se está viviendo en los Estados Unidos. Aquí realmente el ejemplo de la intolerancia que se está tratando de promover en este país, es una de las cosas que nosotros no debemos de aprender es una de las cosas contra las cuales nosotros tenemos que luchar en nuestra vida cotidiana en cada uno de nuestros países. Creo que esa es una de las primeras lecciones que los latinoamericanos tenemos que aprender de lo que esta pasando en los Estados Unidos.

En segundo lugar tenemos que aprender a plantear, a ayudarle al pueblo norteamericano a que tenga la osadía de plantearle a su gobierno que la opción para enfrentar esta situación no puede ser más odio a través de más revancha o que la opción tiene que dirigirse hacia la construcción de nuevas relaciones en el mundo, relaciones respetuosas, de tolerancia, de justicia o sea realmente no puede sentirse promoviendo un círculo de odio.

Yo creo que desde nuestros países, desde la sociedad civil de América Latina también tenemos que tratar de incidir. La verdad es que debemos acuerpar a nuestros hermanos y hermanas de los Estados Unidos que no quieren la guerra, que saben que lo que esta pasando ha sido producto de la injusticia, ha sido producto de la falta de relaciones equitativas y justas en el mundo. Tenemos también que empujar desde América Latina que esta voz alternativa se escuche y realmente pueda incidir para cambiar las nuevas relaciones en el mundo. Yo creo que esta es una oportunidad histórica única que tiene el mundo para comenzar a cambiar la situación y esto solo se va a lograr si hay una unidad de todos los sectores de la sociedad civil en el mundo, empujando a los que formulan las políticas, a los que empujan a los estados para que tengan el valor realmente de pensar más en la justicia.

Los medios de comunicación alternativos tienen que jugar un papel importantísimo porque la verdad es que, cuando uno ve los medios masivos, la verdad es que este lenguaje de la intolerancia es el que prevalece. Entonces los medios de comunicación tienen un papel importantísimo para cambiar primero el lenguaje y empezar a incidir en las actitudes, en las políticas, a incidir en los distintos actores locales.

Creo que estamos en un período en el que esa es una de las ventajas que debemos de aprovechar en este mundo globalizado, precisamente utilizar los medios de comunicación en favor de la gente, darle voz a los sectores que están marginados, que están afectados por la intolerancia, para que su punto de vista sea conocido y realmente se empiecen a construir relaciones interculturales escuchando las voces de todos los sectores. Para que podamos tener realmente unos radioyentes y un público más informado, pero también tenga un punto de vista aún más crítico.

Yo Soy una mujer Miskita del Río Coco de Nicaragua, estoy trabajando en una universidad multiétnica en la costa Atlántica del país, que ha sido una zona muy marginada y obviamente la población y los pueblos indígenas, las comunidades afrodescendientes nunca habían tenido la posibilidad de contar con su propia universidad.

Entonces hemos creado una universidad regional, que tiene seis años de funcionar, con cuatro recintos universitarios, más de cuatro mil estudiantes. Uno de los ejes transversales precisamente en todos los cursos impartidos de pre-grado de maestría, de niveles de desarrollo comunitario es el eje de las relaciones interculturales, desde las relaciones Inter.-étnicas, tratando de que todos tengan posibilidad de ejercer su cultura, su lenguaje, sus características pero que los otros también aprendan a respetarlo.

Hemos diseñado todos nuestros programas universitarios reconociendo el valor y los conocimientos que hay en las diversas culturas ancestrales y a partir de la riqueza de esos conocimientos, comenzar a construir nuevos conocimientos. Tenemos programas de docencia, de investigación, de extensión universitaria, entre los cuales se encuentra un programa de comunicación con radioemisoras comunitarias, formación de corresponsales multiétnicos, con programas en los distintos idiomas.

Esperamos que podamos hacer un convenio con la Radio Internacional Feminista, RIF, para que precisamente la voz de todos los sectores llegue también a nuestras comunidades, pero que también la voz de nuestras comunidades llegue al mundo, eso es parte del trabajo que estoy haciendo y creo que este tipo de iniciativas locales son las que van a ayudar, poco a poco a ir cambiando este mundo intolerante.