Radio internacional Feminista/ Octubre 2002

Propuesta en borrador
2005: Hacia una Cumbre de Mujeres sobre el estado del Mundo

  por María Suárez Toro

Queridas mujeres:

Tras regresar a Costa Rica luego de la Conferencia de la AWID “Reinventando la Globalización”, que tuvo lugar en Guadalajara, México, del 3 al 6 de octubre de 2002, decidí poner por escrito la propuesta que hice verbalmente en el panel “El gran debate: las Conferencias de la ONU, ¿beneficiaron a las mujeres?”.

Realizado el 5 de octubre, el panel  tuvo como antecedente unas declaraciones que a título personal hiciera Joanna Kerr en la sesión inaugural de la Conferencia, en la que afirmó que ella pensaba que no debía haber una 5ta. Conferencia Mundial de la ONU sobre la Mujer en el año 2005. Entre los motivos aportado por ella están los siguientes: 

  • la forma en que, en cada una de las Conferencias de la ONU desde 1995, las mujeres hemos tenido que dedicar enormes esfuerzos y recursos apenas para defender los logros obtenidos en las conferencias previas de la ONU y 

  • el contexto del creciente número de gobiernos derechistas que van a las conferencias, precisamente para intentar promover el retroceso en los logros de las mujeres.

La afirmación de Joanna  produjo una mezcla de aplausos y olas de conmoción en la sala, en la que 1.200 participantes de la AWID la escuchaban.  
¿Cómo evalúo yo las reacciones? Tal vez hubo entusiasmo por estar escuchando un pensamiento atrevido, cuestionador, crítico y autónomo, lanzado abiertamente desde el liderazgo juvenil de una organización global importante dentro del movimiento de mujeres. Por lo menos esa fue mi reacción, sobre todo porque “por fin” se provocaba el DEBATE.

Pero hubo otras reacciones, que expresaron menos felicidad. Tal vez el miedo a perder todavía más terreno en la ONU si “confrontamos” las propuestas de la ONU sobre la propia Plataforma de Beijing, o incluso el miedo a perder el lugar que hemos ganado en el proceso de la ONU y el de las ONGs que se han desarrollado en torno a y dentro del cabildeo en la ONU. Ellas mismas saben que ese lugar necesita ser evaluado, pero tal vez quienes están interviniendo en ese proceso sintieron que había una valoración efectuada sin previo debate o evaluación.

La preocupación puede haber sido otra de las reacciones. Algunas mujeres sintieron que la propuesta cuestionaba el valor en sí de la ONU para el avance de las mujeres, y todavía más: que cuestionaba que volviera a hacerse jamás en la historia una Conferencia de la ONU sobre la mujer. FIRE entrevistó a Joanna Kerr justo después de que ella hubiera hecho su declaración. Esa idea ni se le había pasado por la mente. Ella hablaba de posponer (la Conferencia oficial) hasta que hubiera mejores condiciones para las mujeres a nivel global. Se refería a los gobiernos, tanto así que manifestó que el Vaticano debía estar fuera del proceso de toma de decisiones en la ONU antes de que tuviera lugar otra Conferencia sobre la Mujer.

Su afirmación fue sólo el comienzo de una discusión que esperamos nos haga tomar distancia de la perspectiva “todo o nada” que primó en los últimos años durante los preparativos para las conferencias de la ONU.

Una mujer que me pidió conservar el anonimato, me dijo que pensaba que debíamos hablar de un bloqueo de mujeres contra la ONU, no tanto porque ella realmente creyera en esa táctica, sino porque sentía que el estancamiento del movimiento global de las mujeres tenía que ver, en parte, con el hecho de que el movimiento no puede siquiera pensar más allá de la ONU y sus instituciones, aun cuando estas están siendo erosionadas hacia el unilateralismo de manera terrible (¡o hacia lo que yo he llamado un “unilateralismo multilateral”!).

Esa mujer quería un tratamiento de choque para el movimiento, que nos hiciera movernos más allá de la parálisis de acción y cambio en que estamos instaladas, en el contexto actual.

Lo triste de mi conversación con ella es que quiso permanecer en el anonimato porque sentía que nadie en el movimiento querría hablar con ella o invitarla a eventos si diera a conocer semejante postura, y que ninguna agencia volvería a financiarla. Es triste, triste, triste, que la visión que podría resumirse en “estás conmigo o estás en contra mío” haya ocupado un lugar en la subjetividad de algunas mujeres y tal vez en las dinámicas de nuestro movimiento.

Todavía tenemos que revisar la forma en que hemos debatido y hemos dejado de debatir en el movimiento, en cuanto supone un reto para enfrentar el nuevo contexto. En ese sentido, la presentación de Malika Dutt, de India, en la sesión plenaria “Derechos Humanos para Todas” nos llamó a todas a repensar las posiciones de privilegio (y de poder) desde las que debatimos y construimos movimientos. (¡Fue seguida de otra ronda de aplausos e incluso de una ovación con las mujeres de pie!)

El taller sobre “Poder y Negociaciones”, organizado por Just Associates, planteó el tema de exponer, reconocer y hacer explícitos los poderes (y los dolores que causa la falta de negociaciones que incluyan una explicación del poder, el miedo y la competencia) entre las mujeres.  


Taller, El gran debate: las Conferencias de la ONU, ¿beneficiaron a las mujeres?

Las cinco mujeres que hablaron en ese taller hicieron un buen trabajo en cuanto a evaluar los logros que las mujeres han obtenido en dos de las Conferencias de la ONU - la Internacional sobre Población y Desarrollo en Cairo y la Mundial sobre la Mujer en Beijing.

Sin embargo, sus análisis parecían haberse congelado en Beijing, siete años atrás. Ninguna se ocupó de lo que sucedió en la Conferencia Mundial de la ONU contra el Racismo, ni en la reciente Cumbre sobre Desarrollo Sostenible. Sin esas dos conferencias, precisamente las que tuvieron lugar en el nuevo contexto, es imposible evaluar el actual estatus de nuestros logros.

Más aún, una de las mujeres que asistieron al taller afirmó que los análisis habían sido demasiado auto-complacientes, y ofreció el siguiente ejemplo: “¿Cómo puede considerarse hoy que el cambio de paradigma acerca de los derechos reproductivos en la Conferencia de Cairo sobre Población y Desarrollo en 1994 es un logro, cuando el neoliberalismo está desmantelando los servicios básicos de salud proporcionados por el Estado? ¿Adónde van a ir las mujeres para que se les satisfagan esos derechos?”.  


Criterios preliminares para la propuesta de una  
Cumbre de las Mujeres sobre la situación del Mundo  

Primero que todo debo aclarar que aunque yo presenté la propuesta, la idea original no es mía. Le fue presentada a Radio Internacional Feminista (FIRE) durante nuestra última transmisión internacional en la 4ta. Conferencia sobre la Mujer en Beijing cuando una participante dijo que “Ahora que la ONU y sus Estados miembros han organizado con éxito una Conferencia Mundial sobre la Mujer, el movimiento global de mujeres debería considerar la posibilidad de organizar una Conferencia de las Mujeres sobre el estado del Mundo”.

Recuerdo haber comentado con mis colegas de RIF/FIRE que el día llegaría, tarde o temprano, en que las condiciones estuvieran maduras para que una propuesta como esa echara raíces. El momento en que fue enunciada por primera vez no era el propicio. Las mujeres estábamos celebrando los resultados de la Plataforma de Acción que surgió de Beijing y teníamos razón para celebrar.

Muchas de nosotras sentimos que habíamos tenido  que poner gran parte de nuestra energía en conservar lo que habíamos ganado antes, en lugar de en avanzar hacia delante.  Pero todavía podíamos HACER AVANZAR LA AGENDA EN ALGUNOS TEMAS, por lo cual teníamos mucho que celebrar.

Pero el cambio en la correlación de poder entre los Estados miembros y otros actores no era entonces tan claro como lo es hoy, aunque la tendencia ya estaba allí.

Recuerdo el documento de posición que presenté en una de las principales plenarias del Foro de ONGs (consultar el libro “Looking at the World Though Women´s Eyes”, editado por las convocantes al Foro de ONGs).

En ese documento conduje al público por una visita guiada a través de todas y cada una de las Conferencias de la ONU desde la Cumbre de la Tierra en 1992 hasta la Cumbre de Desarrollo Social en 1995, mostrándoles cómo en cada una de ellas habían surgido lo que llamé “poderes invisibles” que gobiernan el mundo y la ONU, pero que parecen estar por fuera de la toma de la decisiones en la ONU porque no tienen asiento donde supuestamente se definen las agendas y se rinde cuentas. Las corporaciones, las “nuevas” fuerzas armadas, el FMI y el Banco Mundial, las mafias de la droga, las religiones fundamentalistas, etcétera, figuraban entre los globalizados poderes invisibles detrás del trono.

Hoy, siete años después, la mayoría de esos poderes se hacen muy visibles en la toma de decisiones, y han ganado una enorme cantidad de terreno tanto que no tienen que actuar de manera invisible.

En cambio nosotras, mujeres, que por fin logramos hacernos visibles en la agenda global de la ONU, en esos mismos siete años nos hemos vuelto TRANSPARENTES: estamos ahí, en los documentos y las políticas, pero en las decisiones y los mandatos de los poderes que ya no son invisibles. Pueden hacer que la mayoría de sus acciones  pasen a través de nosotros como si no estuviéramos ahí en absoluto, pero nos mencionan todo el tiempo.

En este contexto, nosotras, mujeres, necesitamos con urgencia de un espacio llamado hogar – nuestro, LA NUESTRA[1]- donde podamos: 

1) evaluar los inmensos cambios que han tenido lugar en los últimos años;
2) evaluar y hacer el inventario de lo que hemos logrado y de lo que no hemos logrado en ese contexto; 
3) cómo hicimos lo que hicimos (estrategias de acción, negociación, establecimiento de agendas y construcción de poder – a nivel personal, organizacional y socio-político); 
4) las ganancias y los costos (personales y organizacionales) de haber hecho las cosas de la manera en que las hicimos; 
5) propuestas sobre los CAMBIOS que debemos implementar como movimiento para ser más eficaces en el nuevo contexto.

Volviendo al taller de la AWID donde hice esta propuesta, tuve un minuto para hacer una propuesta que había desarrollado por escrito en 5 páginas, que aquí las tienen:

Primero quería explicar de qué NO SE TRATA mi IDEA, para despejar el aire de las perspectivas del tipo “todo o nada” o “conmigo o en contra mío”. (Lo que significa que esta es una propuesta abierta al debate y al enriquecimiento)

  1. No será una conferencia contra la ONU o sus Conferencias. Evaluará el estado actual de la ONU hoy en día, para buscar maneras de contribuir con mayor eficacia a afianzar los principios, objetivos y programas que ella sostiene y de defender, promover, proteger e implementar lo que las mujeres hemos ganado en ella, y el lugar de igualdad que las mujeres todavía tenemos que conseguir en los procesos y lugares de toma de decisiones en la ONU.

  2. No será exclusivamente un Foro de ONGs para Beijing+10. Evaluará los logros de la 4ta. Conferencia Mundial sobre la Mujer y la Plataforma de Acción, pero hay otros temas también. La Plataforma misma será evaluada en el marco del contexto actual, no solo del pasado.  

Si sucede antes, en simultáneo o después de una evaluación de la ONU tras 10 años de implementación de la Plataforma de Acción de Beijing, eso es un debate que en cierta manera es independiente de la propuesta de una Cumbre de las Mujeres sobre el estado del Mundo.  

Me parece que un debate sobre la evaluación a 10 años por parte de los Estados miembros está todavía pendiente. Nosotras podríamos aportar desde nuestro propio análisis primero. El gobierno de Finlandia es el único gobierno que ha dicho “sí” a esa propuesta y todavía no hemos tenido noticias de ningún otro pronunciamiento en ese sentido –ni de los gobiernos, ni de nosotras mismas.

  1. Una Cumbre de las Mujeres sobre el Estado del Mundo ni será tampoco una conferencia protagonizada exclusivamente por mujeres de las ONGs o de otros tipos de organizaciones civiles. Convocada y organizada por el movimiento de mujeres en su conjunto,  invitará a mujeres que integran gobiernos, agencias especializadas y los Estados que quieran intervenir en un espacio de mujeres que establezca la agenda y los procedimientos en los términos de las propias mujeres, sin importar el lugar que ocupen profesionalmente.

  2. La Cumbre de Mujeres no será un evento aislado,  sino todo un proceso que llevará a ella, que incluirá los preparativos a nivel personal, local, nacional, regional e internacional para evaluar, pero principalmente para contribuir a reconstruir nuestras fuerzas y un movimiento que está tan desarticulado también a esos niveles, así como para nombrar los cambios de paradigma que necesitamos en el mundo.  

  3. Espero que debatirá nuevos paradigmas y los construirá, ya sean aquellos basados en las “commons” (los bienes sociales) o la “economía de la dádiva” (gift giving) o lo que sea que las mujeres llamamos paradigmas nuevos  para el mundo planetario que necesitamos construir como punto de referencia para la transformación que queremos.

    En los últimos años he aprendido que el gran logro de la Globalización Neoliberal ha sido convencer a casi todo el mundo de que el único mundo posible es este en el que predominantemente nos movemos hoy. Por lo tanto, cuando todas hablamos de los cambios que queremos, pero no planteamos paradigmas alternativos, ¡la mayoría de la gente piensa que los queremos en el contexto de este modelo! El Foro Social Mundial ha utilizado el lema OTRO MUNDO ES POSIBLE.


    ....PERO SI COMO MUJERES NO CONTRIBUIMOS A LA DEFINICIÓN DE LO QUE ESE NUEVO MUNDO SERÁ PARA NOSOTRAS, OTROS ACTORES LO HARÁN POR NOSOTRAS Y DUDO QUE NOS INCLUYAN A LAS MUJERES COMO ACTORAS PRINCIPALES, EN IGUALDAD DE CONDICIONES PARA DEFINIR ESE MUNDO Y NO SOLO “DISFRUTARLO” o “SUFRIRLO”...

     

  4.  Será un proceso de consulta organizado por las mismas redes globales que hemos tenido en el pasado o que tenemos hoy en día. Su lugar en la organización de la Cumbre debería redefinirse, y otras organizaciones sociales de mujeres también deberían tener un lugar a la mesa de decisiones. ¡Alianzas amplia, hasta entre nosotras!  

·                    Uno de los primeros pasos es recuperar nuestra capacidad de negociar  entre nosotras como movimiento: qué queremos hacer, cómo lo queremos hacer y el colectivo que debe convocar y como rendirá cuentas a todas.  

·                    Un código de ética sobre la distribución del poder, la rendición de cuentas frente al resto y la asignación de recursos en el proceso, redactado y acordado en forma colectiva, podría ser el segundo paso.  

·                    Un tercer paso será la recolección de ideas acerca del resto del proceso, a todos los niveles.  

·                    Y un cuarto paso es cómo financiarlo. Tal vez tengamos que repensar nuestras estrategias en este sentido también. Un esfuerzo conjunto como el del Foro Social Mundial o el del IX Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe que combina proporcionalmente tres fuentes: la contribución de ciudadanas/os y la municipalidad o gobierno del país en el que se realizará; contribuciones individuales de todas en términos de trabajo voluntario en los preparativos y en el proceso, y también expresada en que aquellas de nosotras con buenos salarios en sus ONGs o como profesionales nos comprometeremos a ahorrar dinero para pagar nuestros propios boletos de avión e incluso ayudaremos a que otra mujer que no cuentan con salarios lleguen a la Cumbre; y fondos de las agencias de cooperación y filántropas que estén comprometidas con la construcción del movimiento en escala global.  

·                    Los restantes pasos se elaborarían durante el proceso mismo.

Estas son sólo algunas ideas que espero se discutirán y mejorarán, nos sacudirán para que pensemos en forma autónoma, a escala global, y de formas nuevas, y recuperemos nuestra fe en nosotras mismas como colectivo de actoras políticas en pro de nuestros derechos humanos y de los derechos humanos de todas y todos en el nuevo contexto nefasto que amenaza aun la existencia misma de la raza humana en este planeta y de nuestra humanidad como tal.

Quiero terminar con una nota personal: por extraño que pueda parecer, estoy haciendo una propuesta para un proceso en el que puede ser que no pueda participar en lo inmediato el próximo año.

Muchas de ustedes saben que estoy tomándome una licencia por un año  de Radio Feminista Internacional (FIRE) y de todo mi activismo, debido en parte a un problema de salud que necesito encarar (dejando de viajar y aprendiendo una nueva manera de estar en este mundo como una mujer mayor), pero también por la necesidad de dejar que RIF/ FIRE desarrolle un liderazgo más joven.

El proceso personal que condujo a esta licencia, más el proceso de negociaciones con RIF/FIRE, junto con mi participación en el Comité Organizador del IX Encuentro Feminista Latinoamericano y Caribeño, así como las conversaciones que he mantenido con amigas y no tan amigas me han proporcionado los elementos principales para comprender la necesidad de recuperar espacios donde nos sintamos seguras colectivamente –lo que resulta paradójico ya que se produjo mientras me preparaba para salir de las dos instancias dónde más segura me he sentido: RIF/ FIRE y el colectivo del Encuentro.

Como mi licencia empieza en febrero próximo, me gustaría proponer que todas pensáramos cómo abrir una lista donde este debate pudiera ir creciendo y comenzara a tomar forma. Al cerrar la plenaria de la Conferencia de la AWID, Joanna Kerr dijo que las propuestas sobre este tema que se habían hecho durante la AWID requerían de mayor discusión. Hagámoslo.

Saludos,

María Suárez Toro femintra@hotmail.com

[1] N.T. En castellano en el original