En
esta reunión
la CIDH
recibió los testimonios de las violaciones de los Derechos
Humanos que se han perpetrado contra el movimiento de resistencia
pacifica hondureño, durante los 50 días de resistencia que ya
cumplen en las calles.
Las
feministas comenzaron su testimonio, narrando los acontecimientos que
vivió el país en el amanecer del domingo 28 de junio, cuando
el país despertó con la noticia de que habían secuestrado al
presidente Manuel Zelaya, y lo habían trasladado a San José, Costa
Rica.
Cuando
muchas se disponían a ir a votar en la encuesta sobre el
establecimiento de una cuarta urna, en las elecciones del próximo
noviembre. Vivieron la noticia con incredulidad sin embargo no
quedo duda, el Congreso se reunió en un domingo y fraguo en un solo día
un rosario de inconstitucionalidades, que conmovieron al movimiento
social.
Las
feministas se reunieron frente a
la Casa
de Gobierno, junto a miles de personas que salieron a defender el
derecho de elegir de la ciudadanía, y también a impedir que el
gobierno de facto se instalara en la sede de la presidencia.
“La
participación de las feministas dio lugar a la conformación de una
articulación que denominaron feministas en resistencia, siendo parte
del Frente nacional de Resistencia al Golpe, pero de desde la
particularidad de la agenda feminista realizamos acciones especificas
para la defensa de la institucionalidad hasta ese momento
alcanzada”.
La
calle fue el escenario de la puesta en escena de la violencia de
las fuerzas militares, como expresión visible de lo que el golpe es a
la democracia participativa hondureña.
La
represión se hizo sistemática ante la persistencia de la ciudadanía
de resistir, crecía la expresión alienada de una violencia
agazapada. Las expresiones pacificas de la resistencia fueron
golpeadas, vilipendiadas.
Las
mujeres sienten en su cuerpo el desprecio de los armados, las
agresiones a ellas muestran el signo de la violencia sexual “…son
objeto de actos que van dirigidos contra partes de su cuerpo que
conllevan una connotación sexualizada de los cuerpos, éstos
actos, que incluyen golpes en los glúteos o introducción y
frotamiento de toletes (bastones) en la entrepierna y busto, exigiéndoles
que se desnuden para hacer las revisiones buscando armas, van acompañados
de insultos y alusiones a su condición de género, sin detrimento de
las agresiones violentas que sufren tanto mujeres como hombres las
palabras, los golpes en los glúteos, los tirones de pelos, la actitud
amenazante de los militares”.
La
resistencia camina pacifica, con las botellas de agua y los paños,
para protegerse de los gases, con las gorras para protegerse del sol,
siguen caminando a los más de 50 días.
Las
represión militar escala peldaños inimaginables para muchas
personas, la violencia contra las mujeres crece, en sus múltiples
maneras, y como expresan ante la comisión: “Si antes del
golpe de estado militar producido en Honduras ya se enfrentaba una
situación compleja en relación a temas como la violencia contra las
mujeres, la participación política o la salud sexual y reproductiva,
el evento violento coloca en una situación de mayor precariedad al
marco formal, acaba con los esfuerzos emprendidos y en pocos días,
coloca en peligro los avances logrado”.
Y
un hito de esta represión selectiva es la usurpación del Instituto
de
la Mujer
, y con ello afirman la pérdida de un espacio de protección y
defensa de los derechos humanos de la mujer. Es en la defensa del
Instituto de
la Mujer
, en los plantones que realizaron los días 14,15 y 16, donde sienten
un giro en el recrudecimiento de la violencia hacía las feministas en
resistencia.
La
pérdida de la institucionalidad y de los derechos se ve reflejada en
la
“
Fiscalia Especial de
la Mujer
,
la Comisión
Interinstitucional
de Femicidios,
la Comisión
Interinstitucional
Contra
la Violencia
Domestica
, Juzgados de Familia.”
Las
expresiones de este golpe también se expresa en “…los femicidios
ocurridos en dos de las ciudades principales del país, donde según
estadísticas de
la Fiscalia
Especial
de
la Mujer
, murieron 22 mujeres, en crímenes cometidos con ensañamiento,
en estos actos las feministas en resistencia, encuentran
exacerbamiento de la violencia y una confirmación de impunidad.
.
Las
feministas también han vivido otras violaciones de derechos, como fue
sacado del aire el día 11 de julio, los programas Tiempos
de Hablar del Centro de Derechos de
la Mujer
y el programa
La Bullaranga
del Centro de Estudios de
la Mujer
, los cuales salen al aire en Radio Cadena Voces..
A
los 35 minutos de comenzar el programa del CDM, fue sacado del aire en
medio de un enlace internacional.
Otros
temas que fueron denunciados ante
la CIDH
, son los despidos de empleadas y empleados del Instituto
Nacional de
la Mujer
, que dijeron públicamente que estaban en contra del Golpe de estado;
las amenazas de las muerte contra algunas mujeres, denunciaron también
el decreto de reclutamiento obligatorio en casos de emergencia
nacional, y confirmaron a la mesa de la comisión que podrían
aportar las evidencias de estas violaciones.