Voces Inquebrantables
Memoria del Tribunal Latinoamericano y Caribeño de Violaciones a los Derechos Humanos de las Mujeres

Gina Vargas, jueza de Tribunal de El Salvador y coordinadora para América Latina y Caribe del Foro de Ongs, de la IV Conferencia Mundial de la Mujer:

"Siento que en estos niveles de conflicto, tan terribles, no hay bandos buenos o malos. En los conflictos de la guerra, relativa a las mujeres, todos los bandos son torturadores y violadores, porque creo que todos los chovinismos, extremismos o fundamentalismos, son expresión patriarcal en la opresión contra las mujeres".

Gladys Acosta, jueza de Tribunal de El Salvador, expresó en la Declaración Final:
..."Hemos escuchado con profunda preocupación, angustia y dolor, los testimonios de 19 mujeres de diferentes partes de América Latina y del Caribe, que en nombre de muchas más, relataron las diversas formas de violaciones a los derechos de las humanas.  Escuchamos testimonios contra la vida, integridad sexual, contra nuestros derechos económicos y sociales, contra nuestra libertad de participación política, testimonios por discriminación por razón de sexo, preferencia sexual, clase, etnia, raza, discapacidad.  Testimonios sobre nuestra imposibilidad para decidir libremente nuestra sexualidad, testimonios sobre desapariciones forzadas y sobre desaparición de las mujeres en el quehacer  artístico y cultural.  Constatamos que todas estas violaciones tienen consecuencias más graves en situaciones de conflicto armado y bloqueo..."

Simone Alexandre y Reinalde Valmir, miembras de Solidarite Fanm Ayisyen , SOFA, Haití:
..."Desde el golpe de Estado del 30 de septiembre 1991, se ha establecido una represión masiva, ciega y selectiva. Se han registrado  más de cuatromil  muertes, más de trecientos mil desplazados internos, cuarenta mil desplazados externos y refugiados y más de mil quinientos torturados y heridos.  Durante los tres primeros meses del golpe de Estado, sobre las mujeres recayó el mayor peso de esta represión, y de la difícil situación económica que enfrenta el pueblo haitiano.  Muchas de las mujeres militantes organizadas y políticas han tenido que huir de sus casas para salvar sus vidas, se han tenido que esconder en la montaña y en los bosques urbanos..."