Radio Internacional Feminista / Julio 2003

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El escándalo del siglo XXI

La Ruta Chile- Japón

Aumenta tráfico de 
personas en el mundo

A nivel mundial, cada año son traficadas cuatro millones de mujeres y niñas  para la explotación sexual.  De ellas unas 500.000 mujeres ingresan a Europa para el ejercicio de la prostitución. 

El comercio de personas según lo señala Naciones Unidas, constituye la tercera actividad ilegal más lucrativa del mundo, generando unos 12 mil millones de dólares por año,  después del  tráfico de armas y el de drogas. 

...¨El tráfico de mujeres, antes conocido como "trata de blancas", significa agrupar mediante engaño, abuso de autoridad o coacción a  mujeres para obligarlas a prostituirse en beneficio de otras personas. .¨CENDOC de Cidhal

Las proporciones internacionales que alcanza el tráfico de seres humanos, en especial de mujeres, niñas y niños puede empezar a analizarse como una forma de esclavitud, que golpea principalmente a grupos humanos en condiciones de extrema necesidad. La falta de una distribución equitativa de recursos, bienes y servicios,  la pobreza, hambre, desempleo, analfabetismo,  inacceso a fuentes de recursos, a tomar sus decisiones,  migraciones y desplazamientos en conflictos políticos y armados, facilita este delito.

...¨La trata de seres humanos cubre no sólo la explotación sexual, sino también la explotación en el trabajo en condiciones de semiesclavitud. Las víctimas sufren vejaciones, violaciones, malos tratos y una extrema crueldad.  Así como otros tipos de presión y coerción...¨ ONG´S Unión Europea

El tráfico de personas cubre el mercado de la explotación sexual, tanto para la prostitución, la pornografía y  otras formas de esclavitud sexual. También para el trabajo forzado en condiciones de esclavitud, o para integrar asociaciones ilícitas o para ser reclutados por grupos armados para ejercen como fuerza o apoyo militar en guerras y conflictos internos.

Las personas traficadas enfrentan  constantes atropellos en sus  derechos humanos, malos tratos, extrema crueldad y vejaciones.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para las y los refugiados, ACNUR, cifra en un aproximado de 50 millones de refugiados y desplazados en el mundo, de los cuales un 80 por ciento son mujeres, e infantes, que necesitan mejorar sus condiciones de vida.

Coincide el informe de 10 años de la Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer de la ONU, Radhika Coomaraswamy, ante la Comisión de Derechos Humanos, 2003, sobre  la  relación entre el tráfico de mujeres y el fenómeno de la migración femenina. 

Subraya que no cesa de aumentar, en gran medida, porque  se piensa que ellas pueden conseguir más fácilmente trabajo, por ejemplo, como empleadas domésticas.

Coomaraswamy reiteró el vínculo entre violencia y pobreza, el cual no ha sido suficientemente considerado por quienes pueden actuar y tomar decisiones en favor de las mujeres.

La complejidad de la trata de humanos y humanas aún cuando es un problema histórico se acrecienta estructuralmente en pulso económico mundial:  Las políticas de ajustes estructurales y los tratados de libre comercio, forman parte de algunos instrumentos que aceleran los procesos de ¨desarrollo¨ en países industrializados utilizando mano de obra barata y no declarada.   No escapa el mercado mundial del sexo donde mujeres, niñas y niños son explotados en el trabajo sexual y la pornografía. 

Pese a que las demandas de empleo crecen en relación con las nuevas tecnologías de producción, en el mercado internacional, las mujeres quedan relegadas por falta de oportunidades de capacitación, y educación entre otros.

El 60% de los aproximadamente 900 millones de analfabetos en el mundo son mujeres, cifra en sus informes, El Fondo de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura, UNESCO.  Países latinoamericanos como Haití registran un 80% de analfabetismo, Bolivia un 50 %  y Perú un 45.5 %.

 

El tráfico de personas con fines de explotación sexual mueve cada año entre cinco y siete billones de dólares, ONU

Cada año se venden cerca de cuatro millones de mujeres con fines de prostitución, esclavitud o de matrimonio; en tanto dos millones de niñas son introducidas en el comercio sexual, Fondo de Población de Naciones Unidas, PNUD.

La Organización Internacional de Migraciones,  OIM calcula en 500 mil el número de mujeres que entran todos los años en Europa occidental, como consecuencia del tráfico con fines de explotación sexual.

Situación de América Latina y el Caribe

Susana Chiaroti, consultora de la Unidad Mujer y Desarrollo de la Comisión Económica para América latina y el Caribe, CEPAL, subraya que el tráfico de mujeres en Latinoamérica se dirige  a cubrir especialmente la demanda más amplia en el mercado internacional, en el que se involucran redes europeas y asiáticas; pero sobre todo de Japón.  

Investigaciones de organizaciones no gubernamentales de la Unión Europea, detallan un aproximado de 700 mil  mujeres y niñas y niños a los que organizaciones de trata de seres humanos hacen cruzar cada año, en fronteras internacionales.  Consideran que la cifra aumenta si se toma en cuenta la trata con fines de explotación laboral.

Para las ONG´S de la Unión Europea, el flujo tradicional de trata de mujeres e infantes no ha  no ha variado, entre algunos países en vías de desarrollo como África septentrional y África central, América Latina, Asia y los países occidentales de destino.  Sin embargo les sorprende como aumenta el número de mujeres y niños introducidos clandestinamente en UE desde los países de Europa Central y Oriental. La degradación de la situación económica en estos países ha tenido un efecto directo sobre el flujo de trata de mujeres niñas y niños.

Datos  oficiales revelan, hasta 120.000 mujeres y niñas y niños introducidos clandestinamente Europa Occidental cada año. La mayoría de estos países han pasado a ser, en distintos grados, tanto países de origen como de tránsito o destino.  

 

La trata de mujeres con fines de explotación sexual aumentó durante estos últimos años paralelamente al desarrollo del comercio sexual. 

 

Formas de tráfico sexual de mujeres e infantes
(Fuente:  Agencia Latinoamericana de Información, ALAI)

El tráfico interno

En América Latina, el tráfico de niños y mujeres consiste en personas engañadas y obligadas por  traficantes a trabajar en contra de su voluntad y en condiciones de esclavitud.

Bandas organizadas de traficantes utilizan métodos violentos,  logrando la intimidación de las víctimas y la impunidad de sus delitos.  En  algunos casos los denunciantes son asesinados al iniciarse el proceso y, en otros, las víctimas son localizadas y reclutadas nuevamente. 

El tráfico interno está dirigido principalmente a la población infantil y adolescente, o  a madres solteras jóvenes.  El promedio de edad varía entre los 9 y 17 años,  las víctimas provienen de pueblos situados en las zonas más pobres de cada país. Son trasladadas a otras regiones y obligadas a ejercer la prostitución; en algunos casos son vendidas a los dueños de prostíbulos u otro establecimiento similar, pasando a ser propiedad exclusiva de quien las adquiere.


El tráfico internacional

Cubre una demanda más amplia, está relacionado directamente con redes europeas que tienen sus bases de operación y reclutamiento de mujeres en Brasil, Surinam, Colombia, República Dominicana y las Antillas, para los centros de distribución ubicados en España, Grecia, Alemania, Bélgica y Holanda. 

En el caso latinoamericano y caribeño, las redes de traficantes han creado otras modalidades de comercio que no está tipificado como un "verdadero tráfico",  las mujeres saben de antemano cual será su trabajo en Europa, sin embargo, desconocen cuáles serán las exigencias de dicho mercado sexual. Cuando se enfrentan a la realidad y se resisten a aceptar su nuevo trabajo, son presionadas y forzadas a realizarlo.

La mujeres tienen una edad promedio de 19 a 25 años, sus estudios son primarios o secundarios interrumpidos, su estrato social es medio y bajo. En algunos casos, su primer contacto sexual se da con los clientes europeos y, en otros, son madres solteras sin experiencia anterior en la prostitución. 

Para el reclutamiento las redes organizadas han montado sus centros de operaciones principalmente en la región norte de Brasil, la región central y suroeste de Colombia y en República Dominicana, países además de donde proceden la mayoría de mujeres.  Estas mismas redes han ampliado su campo de acción hacia Uruguay y Venezuela. 

Surinam y las Antillas son utilizados como tránsito para las mujeres que van a Europa destinadas a este tipo de trabajo así como para las que regresan a sus países de origen. 

 

La Consultora de la CEPAL, Susana Chiaroti centraliza su atención en la carencia de legislaciones  adecuadas para la penalización del delito de trata y tráfico de personas.  Subraya como, incluso, algunos códigos penales castigan con una pena menor la trata para propósitos de prostitución.  Chiaroti, se sustenta en una investigaicón de la Universidad Johns Hopkins con sede en Washington.

Casa Alianza,  entidad privada sin fines de lucro,  dedicada al trabajo con niñas y niños de la calle, ha denunciado ante Naciones Unidas así como en informes ante laAsociación Internacional de Abogados México, 2001,   la desarticulación de redes de pedófilos,  tanto en Cancún  y  Costa Rica.

Otros casos destacados,  por su director Bruce Harris,  se refieren al tráfico de niñas jóvenes de origen filipino en Costa Rica,  las cuales vienen con el supuesto de ser estudiantes de ecología,  y son introducidas a trabajar  en clubes exclusivos nocturnos de la capital San José. 

Resalta  al igual que Susana Chiaroti,  la falta de una adecuada penalizacion, ejemplificando  como la pornografía infantil en Estados Unidos podría tener una Pena de 10 años, mientras en Costa Rica el Congreso rechazó la tipificación de la misma, así como en varios países latinoamericanos.

Para Chiaroti, las redes de traficantes crean nuevas modalidades de trata que intentan burlar la tipificación de tráfico. Una de ellas es el contrato de trabajo. De esta forma, las redes publican avisos en los diarios ofreciendo empleo en el exterior, o utilizando los paquetes turísticos e incluso la adopción a fin de trasladar mujeres y niñas de un país a otro.

La proyección de los anuncios publicitarios son atractivas para las mujeres, sin embargo,  distan de la realidad que encuentran al llegar a su destino,  situación por la cual son presionadas y forzadas a cumplir “el trabajo” pactado.

Según  informes de los consejos estatales de población mexicana,  la venta de mujeres y menores se ha convertido en uno de los negocios más rentables para los llamados polleros (traficantes de personas), quienes pueden rematarlas con algún particular u ofrecerlas a las amplias redes de prostitución del mercado norteamericano.  De la misma manera niñas y niños mexicanos (incluso de cuatro años de edad) son sometidos a las redes de la prostitución, luego de haber sido secuestrados.

Las mujeres que migran hacia Estados Unidos, frecuentemente  se ven insertas en el mundo del trabajo sexual.  La mayoría de veces,  luego de vivir una violación cuando pretendían cruzar la frontera.

Amenazadas en su salud integral

Estudios y testimonios sobre la trata  para explotación sexual comercial concluyen que  sobre las víctimas se ciernen innumerables amenazas para su salud, sexual y reproductiva,  violencia física y abuso sexual, falta de protección y de capacidad para negociar relaciones sexuales de riesgo, embarazos no deseados y abortos inseguros.

Las mujeres tienen altas probabilidades de contagiarse de enfermedades de trasmisión sexual, como el vih/sida.  Una constante en este situación es la falta de acceso informativo y a los servicios de salud.

Se ha visto que los traficantes recurren a la agresión física y a la violación con tal de someter e iniciar a las mujeres en la industria del sexo.

De las principales formas de violencia, medios de control y amenazas de traficantes y proxenetas destacan el abuso emocional, las amenazas verbales, el control mediante el uso de drogas y alcohol, y el daño físico.

Recomendaciones 

Para la consultora de la CEPAL, Susana Chiarotti, es necesario como lo recomiendan las investigaciones de la Universidad Johns Hopkins una legislación modelo  adoptada por todos los países del hemisferio, con el propósito de que se reconozcan todas las formas de trata como delitos penales.

Fomentar en América Latina, a través del apoyo internacional, la creación de organizaciones que permitan establecer un diagnóstico de la situación en los países con mayor incidencia en el tráfico de mujeres. Al mismo tiempo elaborar  programas de rehabilitación social, psicológica y laboral para las víctimas y apoyar campañas de información y prevención a nivel nacional e internacional, como una forma de alertar a las posibles víctimas de los traficantes.

La creación de CASAS DE ACOGIDA, institución aún desconocida en América Latina, podría ser una forma de ayuda para aquellas víctimas del tráfico de mujeres que regresan a sus países de origen, con las heridas aún sin cicatrizar, y buscando una segunda oportunidad sobre su tierra natal.

En el Parlamento Europeo, existe consenso general para el desarrollo de:

  • Medidas preventivas

  • Legislación penal adecuada y reforzamiento en la cooperación de fuerzas de policía y autoridades judiciales

  • Protección, ayuda y asistencia a las víctimas

  • Políticas adecuadas de cooperación


Antecedentes históricos en América Latina y el Caribe

El tráfico de mujeres y la prostitución en América Latina se remonta a la época de la conquista cuando españoles, en cumplimiento de la ley de guerra, tomaban o entregaban el "botín de mujeres" al vencedor, dando origen al comercio sexual y creando establecimientos para su ejercicio. 

Posteriormente, en la colonia, aparecen las primeras normas en las cuales se castigaba dicha actividad así como el proxenetismo con sanciones que podían llegar hasta la muerte. 

Fuentes utilizadas:  
Datos e informes oficiales de ONU, Agencias de Noticias ALAI, CIMAC,
CENDOC de CIDHAL, Informes de Ong´s de la Unión Europea que trabajan sobre el tráfico sexual de mujeres, niñas y niños, Red Aquí Nosotras-Amsterdam, Casa Alianza