Radio Internacional Feminista

Marzo 2007

Entrevista a Mirta Acuña Baravalle de Madres de Plaza de Mayo

 

Mirta Acuña de Baravalle, es miembra de la organización argentina Madres de Plaza de Mayo- línea fundadora. Esta entrevista fue  hecha en el marco del evento Comunidades en Resistencia: Globalización de la Justicia, Medio Ambiente y Territorio, realizado en Chicago, entre el 10 al 12 de noviembre del 2006. *

 

¿Quién es Mirta Acuña, cómo y por qué entra en este proceso?

El 27 de agosto de 1976, en las primeras horas de la madrugada,  gran número de gente fuertemente armada con ropas de fatiga del ejército, y con un despliegue terrible entraron a nuestra casa y se llevaron a mi hija Ana María Baravalle y su esposo Julio Cesar Galizzi.

En el momento del secuestro y posterior desaparición de nuestra hija Ana María Baravalle, ella estaba embarazada de 5 meses. Justamente esa tarde había ido al médico, quien la había felicitado por el buen estado de su embarazo. Ese año se recibía de socióloga y trabajaba en el Ministerio de Hacienda.

Es justamente en esta búsqueda, en esa lucha de búsqueda de justicia como entro en este proceso. 

Desde el momento que se los llevaron,  nunca más hemos sabido nada de ellos, pese a que inmediatamente  fuimos a la comisaría, hicimos la denuncia, y todos los pasos previos a la búsqueda que después se va tornando desesperada. Al principio pensábamos que íbamos a tener una respuesta e hicimos los correspondientes hábeas corpus, pero sus resultados fueron negativos. 

En esos momentos ibamos a buscar información en forma individual a los lugares donde  pensábamos que nos iban a dar respuesta, como los juzgados, el ministerio del interior, a la casa de gobierno, en fin a todo lugar en el cual supuestamente tenían la obligación de informarnos al respecto.

Fuimos también a la iglesia, acudimos a los obispos en forma personal primero, individual; y en esa búsqueda por tantos lugares distintos que realizaban los familiares de un ser  querido que había sido detenido, fue que nos encontramos y ahí  se fue dando, en el saber de que iba ser muy difícil que tuviéramos respuesta.

En una de esas búsquedas, en las entrevistas que tuvimos en la casa de gobierno,  la que salía primero o segunda, comentaba si había tenido respuesta, si le habían dicho algo, y todas decíamos que ninguna había tenido ninguna respuesta; y ahí fue que de alguna manera nos fuimos conociendo,  porque ávidas de querer saber ya nos conectábamos preguntando, porque al principio no preguntábamos nada, estábamos ahí en las filas pero no preguntábamos nada.

Nosotras éramos incipientes, éramos un grupo de madres que todavía no estábamos organizadas,  porque jamás pensábamos que nuestra búsqueda se iba a trasladar en el tiempo;

 

Jueves 30 de abril de 1977: Primera ronda en la Plaza de Mayo

Fue por iniciativa de una de las madres, que sugirió juntarnos en la Plaza de Mayo para hacer una petición conjunta a Videla,  suponiendo que ante un grupo él iba a tener  que contestar. Pero esa iniciativa no tuvo respuesta.

A pesar de no tener respuesta seguimos yendo a la plaza porque ya estábamos convocadas. Comenzamos la ronda un jueves 30 de abril, y se siguieron sumando madres que iban sabiendo que  se estaba originando un grupo para peticionar juntas o reclamar, y lamentablemente cada vez, cada día que pasaba, cada jueves, cada mes, cada año, iban sumando, iban sumando porque las desapariciones iban siendo sistemáticamente realizadas en forma muy seguida.

 

14 de octubre de 1977: gran movilización por los derechos humanos

De esa manera empezaron nuestros reclamos, nuestras movilizaciones. Hicimos un primer reclamo a nivel de la mayoría de familiares el día 14 de octubre del año1977, en el cual fuimos a presentar una petición ante el Congreso. Habíamos  recaudado muchas firmas de apoyo,  junto con otros organismos de derechos humanos, familiares que en ese entonces habían creado otras instancias de derechos humanos, y la Asamblea Permanente originada en el año 1975. 

Nosotras éramos incipientes, éramos un grupo de madres que todavía no estábamos organizadas,  porque jamás pensábamos que nuestra búsqueda se iba a trasladar en el tiempo.

La petitorio fue rechazado y primero dispersaron la movilización con gases. Después nos reprimieron.  Cuando un numeroso grupo de gente que iba por una calle lateral nos empezamos a dispersar,  se cruzaron los colectivos -buses- de la línea 70, que cada tanto los militares paraban para cuando nos llevaban presas. Esa tarde nos detuvieron a casi 300 personas, madres y familiares,  estuvimos en la comisaría hasta que nos fueron haciendo un sumario y nos iban dejando salir en la madrugada. 

Esa fue la primera vez que nos detuvieron y nos llevaron presas, y de ahí en adelante se daba muy seguido, por cualquier motivo nos llevaban, no a todas las madres, pero a un grupo para que el resto nos acobardaramos o evitar  desalinees. 

 

La represión contra las Madres no tarda en llegar. Azucena Villaflor de De Vincenti, Esther Ballestrino de Careaga y María Eugenia Ponce de Bianco, son asesinadas en diciembre de 1977. ¿Cómo logran resistir en medio de la búsqueda y la desaparición?

En la iglesia Santa Cruz, en Buenos Aires,  se hacía una reunión donde se juntaban familiares de detenidos-desaparecidos, donde también ibamos algunas madres de la plaza. Ahí se había infiltrado un teniente de navío de apellido Astiz, un famoso represor y criminal;  él se presentó como  hermano de un desaparecido y quería integrarse al grupo "para pedir a la justicia saber de nuestros familiares"; personalmente lo rechacé, algo que una percibe pero no sabe que es; por ello  fui nada más que a dos reuniones con este personaje porque no me sentía bien, no le tenía confianza, y les decía a dos madres que estaban conmigo participando de esas reuniones “Mari no vengan más” y a Esther, porque este muchacho tiene algo que oculta y no le tengo confianza y ellas me decían,  “No Mirta,  mirá que bueno, busca al hermano”. En fin, yo no fui más a esas reuniones.

 

Para el sábado 10 de diciembre se iba a publicar una lista con los nombres de los desaparecidos, nosotras estábamos recabando dinero de las familias y firmando las planillas como responsables de esa persona que decíamos que estaba desaparecida,  sino el diario no nos aceptaba la publicación.

Firmábamos en distintas iglesias, no en muchas,  porque no todas nos ofrecían solidaridad. El jueves 8 de diciembre cuando finalizamos la ronda en la Plaza de Mayo, Esther Ballestrino de Careaga y Maria Ponce fueron a la iglesia de Santa Cruz, inclusive Mari me dice “Mirta vamos a firmar la solicitada”, y yo le comento “ No, yo ya la firme así que nos vemos mañana”,  pues íbamos  a ver a un sacerdote de una iglesia, porque parte de nuestro trabajo era visitar las iglesias para hablar con los sacerdotes, contarles y llevarles el testimonio.  Ese jueves, Astiz, que era el que se había infiltrado, las señala y  en ese momento cuando salen de la misa las meten en un Ford Falcon. Las madres no aparecen y el sábado 10,  Azucena Villaflor, que fue una de las iniciadoras del movimiento, es secuestrada a la salida de su casa y desaparece. 

Las secuestran, desaparecen y nunca supimos que había pasado con ellas; sabíamos que estaban secuestradas pero al igual que con nuestras hijas e hijos no sabíamos nada más. 

Hay cosas que estoy reviviendo y me cuesta un poco. Hay escenas que uno las ve, porque las tiene en su visión, aunque no estén ahí delante... 

En 1977, a principios del 78 habían aparecido unos cuerpos en la playa de la costa, y entonces se hablaba de que podían ser las madres que habían sido secuestradas, pero eso fue  como a vuelo de pájaro, nunca se habló más nada, nadie supo, nunca pudo llegarse al conocimiento de lo que pasó. Hubo un silencio total, imposible de poder llegar a nada y así fue pasando el tiempo.

Fue hasta el 15 de julio del 2005 que fueron ubicadas en el cementerio de LaValle. Se hablaba que allí habían sido llevadas varias de las personas secuestradas, bueno sus cuerpos.  

La investigación comprobó que eran los cuerpos de las madres,  que luego del secuestro habían sido llevadas a la Escuela Mecánica de la Armada.  Después se fue sabiendo que habían sido torturadas, que las llevaron, las sacaron, y  las tiraron al río.

Lo más significativo y que a nosotras nos conmovió profundamente fue que los tres cuerpos arrojados al mar aparecen juntos después; el mar, el mar los devolvió a la costa, a la playa, junto con una monja, la hermana Leonie Duquet, que había desparecido en esa fecha. 

Y una piensa, cómo en la inmensidad del mar, cómo en esa inmensidad cuerpos caídos desde el aire llegan a la playa,  y sabiendo que fueron tiradas más de tres o cuatro personas ahí; sin embargo las tres madres y la hermana se juntan en esa playa; entonces hay cosas tan significativas,  porque si los militares y los jueces negaban ser cómplices, estas madres vinieron a decir, a ser ellas directamente testigos de la tragedia , sus cuerpos están ahí,  y con su encuentro se confirma toda la infamia, toda la criminalidad, que tanto ha costado reconocer que esto paso en este país, en nuestros país; que hemos tenido personajes tan siniestros, que llevó a un pueblo al dolor y  no solamente de una generación, de la desaparición, de no saber de ellos, de saber que fueron torturados y victimizados de una manera atroz.

Y se sigue en el tiempo padeciendo, sufriendo porque eso nunca va a poder cicatrizar, ahí está ese dolor latente.

El hecho de que nosotras seguimos luchando es para que toda esa generación de lucha, que dieron su vida, su entrega,  se merecen todo lo que esté de nuestra parte para tenerlos bien presentes, que la memoria de ese genocidio que hicieron los militares argentinos y sus cómplices sea establecida,  no solamente en Argentina. 

 

Usted señala que el dolor está latente, ¿es posible que disminuya, que cese?

Si hubiera habido justicia no hubiéramos llegado al grado de dolor y de impotencia, de alguna manera se hubieran establecido otros lazos.

Como principio, con la justicia. Si hubiera habido justicia.

Entre más reconocimiento, no digo reconciliación ni perdón, porque perdón no puede haber nunca, jamás, por lo menos nosotras, nuestra generación, especialmente las madres. 

Yo no digo los hermanos, pero las madres jamás vamos a reconciliarnos con quienes llevaron a ese cono de sombras a nuestros hijos,  porque en todo caso para decir  reconciliación o perdón tienen que ser ellos los que perdonan, lo que no están, los desaparecidos. No nosotras,  yo puedo perdonar por lo que me hicieron a mi, porque me hicieron sufrir, porque estoy sufriendo, pero yo jamás voy a poder perdonar lo que le hicieron a mi hija, a mi yerno, a mi nieto, y a toda esa generación, a toda esa gente que una sabe como sufrieron.

Venganza jamás, y una siempre lo dice.  No hemos pedido venganza, solamente justicia;  mientras en la sociedad quieran instalar la reconciliación,  desde mi punto de vista, desde lo que yo siento,  quizás vaya a haber reconciliación después de varias generaciones, porque en la generación nuestra imposible;  Hay una generación que no esta, están los hermanos y el dolor de ellos es infinito, les llevaron a sus hermanos, les falta parte de ellos como un núcleo familiar, falta un ser querido y ahí hay un agujero.

Después de la generación de nuestros hijos, están nuestros nietos y nuestros nietos como pueden reconciliarse con quienes sometieron a sus padres a ese tormento, y después están los bisnietos; entonces tanto de una parte afectada como de la otra, digamos de la dictadura, de todos los infames que laboraron ese exterminio, será a través del paso de los tiempos, que  se vaya perdiendo ese enfrentamiento, pero ahora no lo creo posible.

Hay una parte de la sociedad que quiere la reconciliación, eso es así,  pero la mayoría de la sociedad no; es algo que lo que instaló la dictadura militar con ese genocidio no tiene límites, no tiene límites toda la tragedia que sometió al país, porque son miles y miles de personas que viven esas consecuencias; algunos pueden decir, bueno, una generación, o los padres, bueno ya pasó el tiempo, hace 30 años, es más,  van a ser hasta 40 años  pero todavía estamos viviendo las consecuencias.

Es infinito el mal que ha hecho la dictadura, como todos los gobiernos que someten a sus pueblos a las violaciones de los derechos humanos y de lo más grande que puede haber que es la vida de un ser humano, ¡la vida! Entonces como se puede esto implementar para decir reconciliación; la reconciliación la quieren los que de alguna manera sacan frutos de esa reconciliación, porque les conviene.

 

¿Qué contiene la justicia para las madres?

La justicia es que nos digan por qué se llevaron a nuestros hijos. Por qué se los llevaron? Por qué fueron a nuestras casas sin decirnos nada, a  llevarse como si fueran los dueños de ese hogar profanado, sin decir nada, nada, que uno no era nadie tampoco, eramos los padres. Entonces, sobre esa base, ¿por que se los llevaron? ¿Quiénes mandaron a que los llevaran? ¿Quiénes dieron las órdenes? ¿Dónde se los llevaron?  Porque nosotros no lo sabemos.

Yo hablo siempre a título personal y sigo reclamando, y me dicen que vea los avances en los derechos humanos que se han conseguido; pero en definitiva nosotras por lo que salimos a luchar, por lo que salimos a reclamar, por lo que salimos a exigir, no ha tenido respuesta, y esos son nuestros hijos!

Un estado que violó,  que profanó una familia es el que tiene que darnos una respuesta y esto no significa la obligación de las víctimas  y familiares de tener que darles su absolución. Entonces es muy difícil, no hay capacidad todavía, porque siempre hay algo nuevo que en su momento no se pensó.

En el caso de la apropiación de menores, cómo puede ser, ¿qué ley, qué condena hay para esas personas que a una criatura de un núcleo familiar se lo roben desde el vientre de su madre, se lo apropian; le sacan, le roban su historia, sus raíces, su familia; y en que parte de las leyes, de la constitución, dónde se contempla ese tormento que después sufren los niños desaparecidos, los que han sido recuperados; como puede ser, como se analiza todo esto.

 

La memoria del pueblo de Argentina

Lo que no consiguieron los militares, los genocidas y sus cómplices, es que no fueran implicados. Ellos pensaban que iban a estar en un pedestal.

La memoria ya esta establecida, que es lo que la dictadura y los militares querían negar y evitar, que hubiera memoria; porque al no haber memoria es como si no pasó nada, como ha pasado en tantos casos, tantos golpes de estado, tantas dictaduras. 

En Argentina en todas las escuelas hay placas con los nombres de los chicos desaparecidos, con los estudiantes, ahí de alguna manera han hecho lugares donde prevalecen los desaparecidos. O sea que ya está establecido en todas partes, la ausencia de las personas que fueron secuestradas, y posteriormente desparecidas, y ya está a nivel nacional, está en todas las escuelas, las facultades, hay cátedras; está bien que eso en algún momento puede desaparecer, según el gobierno que diga, bueno, de esto ya no se habla más, pero ya no porque ya es a nivel mundial también que está establecido el genocidio de Argentina,  de los 30,000 detenidos- desaparecidos.

Esa generación que sufrieron las consecuencias de la dictadura, que no solo son los desaparecidos, los miles de presos políticos, los miles que se tuvieron que exiliar, los miles que vivían dentro del país auto-exiliados.  

 

Es inmenso lo que han hecho, la gravedad de las atrocidades, eso ya no se va a olvidar en la historia.

 

 

Que se necesita  para poder decir,  ya puedo descansar ?

No, entre mis fines no está descansar, yo no puedo descansar. Porque tampoco lo sentiría, lo que siento en mi vida es la lucha, el acompañar. Por ejemplo cuando hay personas que necesitan hacer reclamos, y ellos se sienten acompañados si va alguna de las madres, si vamos; los estudiantes quieren que nosotras les contemos porque quieren siempre saber y eso para nosotros es importantísimo. 

Yo me iría a descansar si me aparece mi hija, mi yerno y mi nieto.

Uno tiene un compromiso y no es un compromiso formal, sino un compromiso de alma, un compromiso de corazón, un compromiso de amor. Yo siempre digo mientras tenga fuerza, mientras mentalmente más o menos pueda seguir hilvanando y  mientras físicamente el cuerpo me responda, yo seguiré en esta lucha  de reclamo de justicia, no justicia ya nuestra directamente por los desaparecidos no, de la justicia social, de la justicia actual; no estamos tampoco diciendo bueno ya todo lo que pasó se sabe, no no, los derechos humanos actuales, por lo que nuestros hijos dieron su vida, por lo que toda esa gente sufrió, por querer cambiar a la sociedad, por querer una igualdad para todos , entonces, yo tengo ese compromiso, y yo mientras lo pueda hacer lo voy a hacer y lo hago de corazón; porque mis hijos, nuestros chicos de esa época harían lo mismo,  como están ahora queriendo también, están comprometidos con un cambio, están comprometidos con la gente porque ven  su sufrimiento, lo sienten; y entonces nuestros hijos estarían acompañándolos también, junto a esos jóvenes, y acompañando a esa gente que pide de alguna manera que los acompañe; entonces ya es una lucha indefinida y hasta que bueno ,yo espero me queden muchos años más todavía, vivir unos cuantos años y bien.

 

Militante política

No es que hubiera estado ajena de lo que pasaba en mi país bajo ningún concepto, pero tampoco estaba comprometida con ningún partido ni nada; yo no militaba, yo militaba en mi casa, en mi hogar, mi familia, mis hijos, mi esposo; y si me preocupaba por lo que pasaba, pero dentro de mis posibilidades; tampoco hacía nada, yo no hacía nada, honestamente no hacía nada más que en charlas y en reuniones y decir, criticar las cosas que estaban mal, apenarse por algo que pasó, pero no en función de ir a buscar otra gente, otras personas para hacer algo.

Únicamente uno tenía ideas disparatadas por que al principio del 76, fines del 75, en Argentina mataban a los jóvenes porque los habían encontrado haciendo pintadas o tirando alguna cosa, y así directamente los mataban; y  salía en los diarios porque no tomaban la dirigencia que eso se estaba poniendo en conocimiento del pueblo. Entonces sí, en una oportunidad, que habían varios casos que habían pasado y salía en los diarios y le digo a una vecina mía, “Doña Maria, nosotras las mujeres tendríamos que hacer algo porque por que matan a estos chicos, porque pintaron una pared, y por eso los matan? Tendríamos que hacer algo” y yo le decía que las mujeres, las madres, tendríamos que salir a las calles, sin que nadie nos convoque, cada una debería de auto convocarse; y mi vecina me miraba y se sonreía, pero más de eso no, solamente cosas que me podían pasar en la cabeza pero yo no estaba en lo absoluto.

Como yo le dije a un teniente coronel en esas búsquedas al principio que iba sola; porque nosotros nos encontramos con las madres a principios del 77 o sea que todos esos meses andaba sola por mi cuenta y a veces nos encontrábamos con otra señora y nos poníamos de acuerdo, “Bueno mañana podríamos ir a un regimiento” pero así aislado; entonces voy yo  a un teniente coronel y yo le recrimino por que voy a pedir si ellos me pueden dar información y me decían “no señora”, como que ellos no sabían nada, le digo porque a mi casa fue un grupo de gente con fajina de ropa del ejercito; entonces cuando yo le digo eso sabes que me dice, “ Pero señora, usted no sabe que andan bandas armadas disfrazadas de militares y de policías”, entonces yo le digo, “Pero señor, como me puede decir usted semejante cosa, hasta a mí me da vergüenza lo que usted me esta diciendo. Me esta diciendo que a mi casa fue un grupo disfrazado. Y entonces hay un presupuesto para militares, para policías, para vigilancia, y después están entrando a nuestras casas gente o bandas disfrazadas. Hasta a mí me da vergüenza lo que usted me dice, por favor no lo digan porque me avergüenza él ejercito”, y después entonces le digo “ Señor, de nuestra casa no se llevaron ni una cosa, se llevaron nuestra hija y ustedes tenían el deber, la obligación de decirnos el motivo porque se la llevaban. Y hasta decirnos “bueno su hija violó tal ley, mañana la vamos a fusilar”; nosotros mas allá  de que bueno, nos podíamos morir de dolor, pero ustedes nos estaban dando una razón y si mi hija violó tal ley ustedes tienen la obligación de  llevarla detenida, hacer un juicio y yo lo único que veo en ese uniforme señor es sangre, porque yo ya he visto en esta búsqueda tantas personas que buscan a su familiar y usted me esta diciendo que armados, que los terroristas y demás, ojalá todos los que están desaparecidos hubieran tenido un arma en la mano, no serían ustedes los que están ahora; y él con el dedo se toma la sien y me dice “Señora, quizás su hija no tendría un arma en la mano, pero tenía un arma más poderosa, que era la idea”, y yo le contesto “ Y ustedes porque no contrarrestaron esa idea con otra idea más, mejor. Y  yo lo único que veo en ese uniforme es sangre”. Y bueno ya ahí salió del papel de militar buenazo, bueno, comprehensivo, y ahí si reaccionó y me empezó a decir cosas y me amenazó. 

 “Señor y que me van a hacer, me van a matar? Y que, ya me han matado, físicamente no. Yo no les tengo miedo, hagan lo que quieran”.

 

Nunca encontraron a su hija? No hay un lugar...

No no, nada. No hay ni un lugar por que no sabemos dónde... si fue él ejercito... fue el ejército pero les llevaron a campo de mayo, a un regimiento, a la ESMA.. no no hay ninguna información en absoluto, jamás supimos nada; por que cuando fueron a nuestra casa rodearon toda la manzana, con camión del ejercito, los Ford Falcon, y toda rodeada la manzana; y cuando ellos entraron tiraron tiros en el fondo de la casa y ya habían empezado a tirar tiros desde un frente de la casa de enfrente, subidos en los techos tiraban hacia nuestra casa; y nosotros estábamos ahí, estábamos en la cocina, estábamos mi hija, mi yerno, mi hermano y yo, y estábamos jugando al scrabble, al intellect, que es de palabras cruzadas, y que el que perdía iba a hacer mate.

Así entraron a nuestra casa, y cuando después se van... claro ellos llevaban en las frazadas, en los acolchados todo lo que podían, y hacían bultos grandes, muy grandes,  y los vecinos después me lo contaban, por que desde luego que no me lo contaron ese día, que ellos pensaban que nos habían matado a todos porque cuando se iban y cargaban esos bultos ellos pensaban que eran cuerpos, que nos habían matado a todos los que estaban.

 

Las mujeres resisten más en el tiempo la búsqueda, no se dan por vencidas

Yo te digo respecto de los hombres... un motivo era que nosotras, las esposas, no queríamos que fueran nuestros esposos a la plaza, ni los jóvenes, porque nosotros ya sabíamos que ellos, así como nosotras no éramos ningún peligro, los hombres si y los jóvenes, entonces les rogábamos que no fueran para que no viviéramos en una situación mas de angustia; y si se acercaba un joven le decíamos “No!! Andate!!!Por favor andate” por que sabíamos que enseguida lo fichaban.

 Los hombres sufrieron la impotencia, los padres sufrieron, de alguna manera, fuertemente, muy fuertemente, porque ellos se sentían impotentes de no poder hacer nada por sus hijos; eso le pasó a mi marido, yo evitaba que saliera a la calle porque empezaba a gritar, a maldecir a los militares y  si en algún momento pasa alguien, y  aparte que pasaban dos por tres los Ford Falcon y toda clase de gente ahí involucrada y particular; y entonces a toda mi familia, mis amigos les decía, “Vos, cuando mi marido, cuando él hable, vos  tratá de apaciguarlo”, y mi marido  no pudo soportar mucho tiempo; mi marido al año y meses, en el mundial, dice “Yo me estoy muriendo de pena por Ana”, porque él no podía hacer nada por su hija.

Los hombres sufrieron mucho.

La resistencia nuestra siguió en que nosotros salíamos a la calle, gritábamos, los insultábamos, les decíamos de todo, nos desahogábamos, y nos fortalecía el hecho de que cada cosa que hacía nos ponía mas firme en nuestro reclamo; y nuestros maridos preocupados; aparte ellos tenían que trabajar, tenían que mantener la casa, el hogar.

 

Después de la dictadura los hombres se les incorporaron

Hay padres que desde un principio vinieron a la plaza, quedaban ahí alrededor; ya ahora están enfermos, todos tenemos muchos años;  hay algunos padres que después se incorporaron pero también tenían ellos que cumplir un trabajo.

Pero que la mujer es más resistente, que es más luchadora en ese sentido y persistente

Mira yo digo que las mujeres... he estado en encuentros de mujeres en Argentina, encuentros en el cual las convocadas, sé auto convocaban muchas, llegamos a ser 20,000 mujeres en una plaza, en una marcha, para encuentros de mujeres que en su momento yo les decía a algunos muchachos después que estaban ahí al terminar la marcha, “Ustedes olvídense que van a tener ya que capitanear todo por que ya las mujeres no las para nadie”, las mujeres tienen ya esa...

 Será por que somos, a lo mejor somos mas fuertes, razonamos, quizás también somos mas equilibradas, y sabemos también hasta que límite podemos llegar, que cosas podemos decir.

No se, quizás los hombres tienen otra resistencia; los hombres son más mimados, más consentidos y ellos han estado siempre en el papel de que, en cuanto a que tienen el papel en la vida de ser el hombre, el que maneja, el que pareciera no, pero ya eso está cambiado muchísimo.

Ahora la cuestión de género está a la orden del día; osea que las mujeres se juntan como antes cuando hacíamos los primeros encuentros de mujeres, que yo siempre he participado porque también la lucha de las mujeres me parece bárbara, me parece que es fuerte y que no es fácil, porque tienen muchos en contra, y hemos ido a lo mejor mil, dos mil mujeres; pero en estos últimos tiempos, este año no pude coincidir,  no pude tener ese compromiso ya que tenía otros, el año pasado éramos 20,000 mujeres, sabes lo que es eso; además que mujeres y mujeres estaban en la plaza, ahí subidas en el monumento, y es emocionantísimo! porque bueno, cuando uno ve las marchas que vamos mujeres, hombres, niños, chicos; pero en una marcha ver a  20,000 mujeres!!!  Ya la mujer está tan adelantada en todo, ya la mujer .... por que siempre era secundaria.

 

Luchadoras de muchas cosas al mismo tiempo

Eso uno lo reconoce en sentido de que bueno las cosas son así, bueno nos toco a nosotras, pero nosotros tenemos el legado de nuestros hijos, de nuestras hijas; y quizás sabemos a lo que ellos también apuntaban, como lo que apuntan todos los que están ahora trabajando por los derechos humanos, los que quieren la igualdad.

 

Las madres han trascendido a sus propias hijas e hijos

Bueno eso es porque la acción del tiempo lo ha hecho así desde luego, por que es así; lo ha hecho la lucha, el tiempo los años; pero yo, siempre hablo en primera persona, porque yo he cogido por lo que mi hija penaba y sufría; que era, desde chiquita, que sufría por ver a los pobres chicos en la calle, un chico descalzo y que no tenía todavía tampoco... no era mayor, no  era ni siquiera adolescente, era chica, chiquita; entonces esa cosas que vos también vas decidiendo desde chico, eso es un aporte, y algo que nos transmiten ellos también; y yo nunca lo considero como que bueno si puede trascender, no. 

Yo siempre digo que quiero ser digna madre de mi hija, en él  tal cual yo se como era mi hija, desde siempre, y no quiero estar delante de mi hija porque, porque yo donde estoy es mi hija que está también porque ella querría estar.

 

Llamado a gente indiferente

Eso uno lo analiza siempre, toda la vida creo que lo hemos dicho, que el que está bien, en una posición  que nunca sufrió ninguna clase de necesidades, no tiene el alcance de saber como sufre otra persona, que faltas puede tener. Pero que la mayoría de las personas que están encima a nivel económico, que no han  sufrido nunca penurias, ni siquiera en su entorno familiar; y es difícil llegar a ellos, es difícil porque es como labrar una piedra que cuesta, pero yo creo que en el fondo todos tienen su corazón; y quizás como muchos que también ignoramos cosas y cuando las conocemos decimos “Pero como yo pude  actuar de tal manera si pasaba esto”. 

Yo creo que por más dura que sea esa vida se puede llegar a horadarla, y encontrar que hay buenos elementos e interior como para poder también a su vez  rescatarlos porque sin que ellos sepan están viviendo una vida falsa; porque la vida en sí que es, sufrir, ser feliz, porque eso nos da los cambios en la vida; tu sufres por algo y tienes alegría y lo superas y reconoces tu sufrimiento cuando estas alegre, o cuando estas alegre reconoces que bueno el sufrimiento esta ahí pero que también valoras esto de disfrutar.

Nosotros decimos, vivimos en esa constante de querer a veces, sentir la desesperación, de querer abrazar a nuestros hijos, que no se daría si ya fuera algo natural, una muerte natural que vos vas y sabes que.... no esto es algo que está en la constante; pero también tenemos alegría porque tenemos las esperanzas, tenemos la esperanza en nuestros hijos, en nuestros nietos, en nuestros bisnietos, y  a ellos queremos pensar que tratamos también de legarles un porvenir un poco más saludable, más permisible en cuanto a vivirlo en armonía.

Las luchas que son... esperanzas, porque entonces sino no lucharíamos.

Si no pensáramos que hay una posibilidad de cambio, o de conseguir algo, de estar ahí al alcance, aunque esté siempre como se le da una zanahoria a un burrito pero bien alejada para que camine, pero que está; pero sino, si no tuviéramos esperanza nos quedaríamos en nuestra casa.

 

Muchísimas gracias por su tiempo y por contarnos sobre sus experiencias

Yo quizás no siempre soy tan habladora, pero a veces lo siento, y cuando lo siento bueno hablo; quizás a veces no digo las cosas que a lo mejor necesariamente tendría que decir pero yo actúo como lo que siento en el momento; lo que en ese momento comentaba es lo que yo he sentido; quizás mañana sienta otra cosa. 

Siempre va a estar girando alrededor de algo que es auténtico y aunque lo cambie de lugar siempre va a ser dentro de ese plano. Pero lo importante para mí es esto.

Le agradezco infinitamente que me hayas también vos dado todo este tiempo tuyo y espero de alguna manera  en algún momento conectarnos de nuevo.

   

El evento Comunidades en Resistencia: Globalización de la Justicia, Medio Ambiente y Territorio, realizado en Chicago, entre el 10 al 12 de noviembre del 2006 fue convocado por 8th Day Lenter Of Justice, Usa, Sisters of Providence-st- Mary-Of-the woods in, Usa, Wellington Church Chicago, Usa, Chicago Religions Leadersship Network on Latin America, Metropolitan Santuary Alliance, Usa, Northwestern University Law School, Usa, Illinois School of the Ameritas Watch, Usa, Franciscan Province of the Secred, Usa, Heart Franciscan Province of Holy Name;Usa, Comisión Intereclesial de Justicia y Paz, Colombia, Red de Alternativas  a la Impunidad. América Latina, Europa, Norte América.


Foto Radio Feminista

 

 Identifican cuerpos de Madres de Plaza de Mayo desaparecidas desde 1977 


Julio 2005

Radio Internacional Feminista
Por Katerina Anfossi

Aquellas que buscaban fueron encontradas. Los cuerpos de Azucena Villaflor de De Vincenti, Esther Ballestrino de Careaga y María Eugenia Ponce  de Bianco,  asesinadas en diciembre de 1977 mientras buscaban a sus hijos desaparecidos, fueron identificados el pasado 15 de julio. 
Cerca de 30 años duró la búsqueda de las miembras fundadoras de la organización argentina Madres de Plaza de Mayo, desaparecidas durante la dictadura militar, la cual cobró la vida de unas 30000 personas entre los años 1976-1983.  

Asesinadas en los llamados "vuelos de la muerte", operativos militares  donde las víctimas eran lanzadas al mar, sus cuerpos  fueron enterrados sin identificación en el Cementerio del Valle en las cercanías de donde fueron encontrados. 

Las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet también fueron detenidas y desaparecieron junto con las tres madres,  sin embargo sus cuerpos no han sido identificados aún.

 

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