Llamado
a la Acción
28
de mayo, 2003.
Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer:
Mortalidad
Materna, un asunto de derechos humanos, una demanda de justicia social.
Anticoncepción
de Emergencia
Ilustración
tomada del Instituto
Chileno de Medicina Reproductiva
Resumen
preparado por la Dra. Soledad Díaz
Instituto Chileno de Medicina Reproductiva (ICMER), Marzo, 2001
Definición
de Anticoncepción de Emergencia:
Son métodos anticonceptivos que las mujeres pueden utilizar en los días
siguientes a un coito no protegido con el fin de evitar un embarazo no
deseado. Las pastillas para la Anticoncepción de Emergencia (AE) son
eficaces e inocuas y no tienen contraindicaciones médicas (Organización
Mundial de la Salud, Anticoncepción de Emergencia, Guía para prestación
de servicios, Ginebra, 1999).
Métodos
usados:
Se usan pastillas de levonorgestrel solo o pastillas combinadas de
estradiol y levonorgestrel. Ambas contienen las mismas hormonas que se
usan como anticonceptivos en forma regular. La diferencia es que se
administran en dosis más altas y solamente dentro de las 72 horas que
siguen a la relación no protegida. Las pastillas de levonorgestrel solo
(las que se están registrando en Chile) son más efectivas y tienen
menos efectos molestos que las combinadas (OMS, The Lancet Vol. 352, No.
9126, pág. 428-433).
Las
pastillas para AE están aprobadas por la OMS y las agencias
regulatorias de Europa, Norte América, muchas de las de Asia y de América
Latina. Se incluyen en el manejo de los casos de violación en la mayoría
de los países, siendo Chile una de las pocas excepciones.
Beneficios
de la AE:
La AE permite evitar embarazos no deseados, cuando no se han usado otros
métodos antes del acto sexual o en el caso de una violación. En estos
casos, la AE es el último recurso para evitar un aborto provocado o las
consecuencias que tiene para un niño, la mujer y la familia un
nacimiento no deseado. Esto es importante en Chile, desde la perspectiva
de salud pública y personal, dado el elevado número de abortos
provocados, embarazos en adolescentes e hijos no deseados, abandonados o
maltratados.
Este
método presta especial ayuda a las mujeres que han sido violadas y
quieren evitar un embarazo. En Chile, las mujeres que han sido violadas
están prácticamente obligadas a correr el riesgo de embarazarse por no
tener la AE como una opción. Sin embargo, el uso de cualquier tipo de
anticoncepción en caso de violación ha sido aceptado por importantes
teólogos católicos como legítima defensa contra las posibles
consecuencias de una agresión injusta (P. Palazzini, F Hurth y F.
Lambruschini, Studi Cattolici 5: 64-72, 1961).
Eficacia
Anticonceptiva:
Se ha estimado que, de cada cien mujeres, ocho se embarazan cuando hay
un acto sexual único en la segunda o tercera semana de un ciclo
menstrual. Cuando usan las pastillas de levonorgestrel, sólo se
embaraza una, es decir, la AE previene entre el 80% y el 90% de los
embarazos. Cuando el levonorgestrel se usa en las primeras 24 horas, es
casi 100% efectivo y su eficacia disminuye paulatinamente a lo largo de
las 72 horas recomendadas para su uso. En la mayoría de los embarazos
que se evitan, el acto sexual ha precedido a la ovulación (OMS, Lancet
Vol. 352, No. 9126, pág. 428-433).
Mecanismo
de acción:
Las pastillas para AE no producen aborto ya que, una vez establecido un
embarazo, este método anticonceptivo no puede interrumpirlo. No hay
evidencia científica de que inhiban la implantación. Se ha demostrado
que el levonorgestrel inhibe la penetración de los espermatozoides en
el tracto genital de la mujer, efecto que se produce pocas horas después
de su ingestión. Si se toma en la fase previa a la ovulación, puede
postergarla o impedirla (Croxatto HB y col. Contraception, en prensa).
Para
comprender mejor el mecanismo de acción es importante considerar
algunos datos de la biología:
-
Se
producen cambios importantes a lo largo del ciclo menstrual de la
mujer, de modo que el efecto de las hormonas depende del día en que
se administran.
-
Entre
una relación sexual y la fecundación transcurren entre uno y seis
días, lo que permite a las patillas de AE actuar antes de la
fecundación. Por eso, son más efectivas mientras antes se tomen
(OMS, The Lancet 353, No. 9154: 721).
-
Solo
el 20-25% de las mujeres fértiles que desean un nuevo embarazo y
tienen relaciones sexuales durante todo el ciclo menstrual, logran
el embarazo. Este porcentaje es aún menor, 0% a 4%, en los primeros
ciclos durante la lactancia exclusiva (Díaz y col. Contraception
43:335-362 y Fertility & Sterility 58:498-503, 1992). Estos
datos muestran claramente que no todos los actos sexuales conducen
al embarazo y que, en condiciones normales, diversos mecanismos
interfieren con la fecundación, la implantación y el inicio de un
embarazo.
Aceptabilidad
de la AE:
Se recogió la opinión de personas que podrían necesitar AE, y de
quienes podrían entregar información o servicios sobre este método
como parte de su actividad profesional. (Instituto Chileno de Medicina
Reproductiva y Organización Mundial de la Salud, Proyecto Aceptabilidad
de la AE en Tres Países Latinoamericanos). La mayoría de las personas
que participaron mostraron una actitud positiva hacia este método,
considerando que su disponibilidad podría contribuir a atenuar
problemas graves de salud pública en el país (aborto provocado,
embarazo en adolescentes, consecuencias de los embarazos no deseados), y
que es una alternativa anticonceptiva que las mujeres tienen derecho a
conocer y usar. Algunos, en una postura más conservadora, opinaron que
la AE es una alternativa sólo para situaciones específicas, como
violación, o iniciación sexual sin protección anticonceptiva,
considerando que la AE sería un "mal menor" frente al aborto
provocado o los embarazos no deseados. Sólo pocas personas se opusieron
a su uso por creer que es un método micro-abortivo o que promovería el
libertinaje sexual de los jóvenes.
Derechos
humanos y AE:
El decidir cúando y cúantos hijos tener es un derecho humano, como lo
es el evitar el embarazo producto de una agresión sexual. Los métodos
anticonceptivos, dentro de los cuales está la AE, deben ser accesibles
para las mujeres y las parejas que los necesiten. Es responsabilidad de
los Gobiernos facilitar este acceso e implementar programas de
planificación familiar que cuenten con alternativas para cada situación
de vida o condición médica. Chile se comprometió con este objetivo al
suscribir los acuerdos de las Conferencias de Cairo y Beijing.
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