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Rumbo al XII Encuento Feminista

30 años de encuentros

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A lo largo de estos 30 años, los encuentros feministas han sido escenario de debates, quiebres y confrontaciones, los cuales -en su mayoría- persisten en la actualidad, aún reconociendo los nuevos contextos.Así también, los encuentros han sido espacio de acuerdos sobre campañas, conmemoraciones y acciones colectivas.

 

Entre ellos encontramos el I Encuentro Feminista de 1981 y su decisión de conmemorar el 25 de noviembre como día de lucha contra la violencia hacia las mujeres en honor a las hermanas dominicanas Minerva, Patria y María Teresa Miraval, asesinadas por orden del dictador Leonidas Trujillo en 1960.

En el V Encuentro realizado en San Bernando, Argentina, en 1990 se estableció al 28 de septiembre como el Día de Lucha por la Legalización del Aborto en América Latina y el Caribe, el cual en 1992 adoptó el nombre de CAMPAÑA 28 DE SEPTIEMBRE POR LA DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE.

IX Encuentro realizado en Costa Rica en el 2002, las feminista se manifestaron en “Resistencia Activa Frente a la Globalización Neoliberal”.
Al respecto, la abogada y pensadora feminista Alda Facio, expresó la necesidad de ofrecer alternativas de activismo a las feministas: “somos mujeres a las que la globalización está empobreciendo, violentando y fragmentando aun mas. No podemos unirnos a la lucha  contra la globalización neoliberal así no más. Tenemos que crear un movimiento feminista fuerte, que tenga algo que aportar en la lucha..., un movimiento compuesto por mujeres dispuestas a apoyarnos mutuamente en la construcción de una ultra conciencia feminista”.


Maruja Barrig de Perú, escribió en 1998, un ensayo llamado Los Malestares del Feminismo Latinoamericano: Una nueva Lectura, donde se recojen  algunos de esos malestares y nudos, entre los que encontramos:

Reconstruyendo la Memoria:

Luego de 30 años, Colombia vuelve a ser sede del Encuentro. Las organizadoras han creado una comisión encargada de hacer una memoria que registre la historia de estos encuentros, tarea ardua, pero fundamental para construir una memoria colectiva, la historia común de un movimiento transformador que ha resistido los peores tiempos del cólera en nuestro continente.