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Jornadas
por la Paz, la Justicia Social y los Derechos Humanos Entrevista a Lilly Trubman, judía de
origen chileno viviendo en Israel, participante en la Carpa de la
Paz: "Un Año de Intifada, momentos antes de la guerra: Las Mujeres ofrecen
alternativas"
realizada entre el 3 y 5 de octubre, donde se reunieron
cerca de 300 mujeres israelíes y palestinas para dialogar desde sus
perspectivas hacia el término de los conflictos. La actividad
fue organizada por Bat Shalom: Coalición por una Paz Justa. Yo vivo en el Norte de Israel que es una zona donde hay lugares en los cuales viven judíos, y hay lugares donde viven palestinos-israelíes, esto dentro de Israel, no en los territorios ocupados. Cuando empezamos a trabajar las mujeres por la paz, siempre fueron en conjunto mujeres palestinas y israelíes. Todos estos años hemos tratado de tejer lazos diferentes y profundos entre nosotras, que están basados en la igualdad. Aparte de los territorios ocupados y dentro de Israel, la población palestina, árabe e israelí viven en una desigualdad muy grande. Primero que nada como árabes y después como mujeres. Minoría como mujeres, minoría como palestinas dentro de Israel, dentro del pueblo palestino y dentro de todo el pueblo árabe. La situación es bien complicada. Nosotras pensamos que el problema de la guerra nos atañe en forma directa, no está lejos de nosotras. Mucha gente está bastante atemorizada de que Israel pueda ser atacado o involucrado. Lo que nos gustaría es que la gente de aquí entendiera que si vamos a estar involucrados, eso tiene que ver directamente con el asunto de que nosotros estamos ocupando otro pueblo hace 34 años y que tranquilidad no va haber hasta que ese pueblo no sea liberado Yo soy chilena, yo me vine de Chile en el 1974, en una fecha histórica bien diferente a la de hoy día. Yo siento que estamos volviendo exactamente a la misma época de ese entonces, o peor todavía. Creo que el poder en grande está ganando la pelea, está ganando terreno y nosotras tenemos que presentar algo en contra de esto, tratar de detenerlo. Por supuesto que la parte latina mía, donde nací y viví, por lo menos hasta los 19 años, me ha seguido acompañando hasta ahora y para siempre. Uriel Doffman escribió hace poco algo con lo que me sentí muy identificada, pensando que en Chile el golpe de estado fue el 11 de septiembre, hace ya bastantes años atrás y el atentado en Estados Unidos fue también un 11 de septiembre. Ese 11 de septiembre para nosotros nos cambió la vida, creo que eso fue lo que les pasó a muchos norteamericanos.Lamentablemente en las dos ocasiones la continuación ha sido terrible. Yo
si escucho y veo oposiciones grandes en el mundo, espero que tengan algún
efecto. Por ejemplo hubo una manifestación contra la guerra.de 20 mil estudiantes de secundaria
en Berlín. Estamos preocupadas por las noticias que
se difunden en muchos noticieros. No sabemos en realidad lo que
está pasando, no sabemos nada, entre más noticias escuchamos menos
informados estamos. En la carpa:
"Un Año de Intifada, momentos antes de la guerra: Las Mujeres ofrecen
Alternativas", las mujeres han hablado de la situación
de desigualdad enorme que existe en el mundo, de los problemas que la
globalización trae a los pueblos, a las personas y a las mujeres. Se
refirieron a éstos puntos y a otros más, situaciones que tienen que ser
solucionadas para poder terminar con el terror. Para nosotras, la ocupación es terrorismo puro, 100 por ciento terrorismo contra todo un pueblo. El golpe de estado en Chile, por supuesto que fue terrorismo. Las cosas que pasaron en Latinoamérica, fueron terrorismo y sobre eso las mujeres están hablando. Sobre la situación de pobreza que viven las mujeres, en el panel "Nuevos caminos que las mujeres diseñan para la lucha", se expuso la experiencia del Banco de Mujeres en Nueva Dheli, India, para las mujeres pobres de la sociedad. Las más pobres reciben una ayuda, reciben un préstamo con el que ellas pueden empezar de alguna manera a salir de esa pobreza. También conocimos el trabajo de una organización no militarista, que trata de convertir a la sociedad israelí en una sociedad civil y no militarista. Las participantes señalaron la necesidad de que se escuche la voz de ellas, pues muchas veces dentro del movimiento de mujeres, no siempre se escucha la voz de la mujer palestina, porque a parte de ser mujeres son también mujeres ocupadas. Yo quiero agradecer el haber sido
invitada, para nosotras es realmente algo importante. Yo
quisiera decir que estamos pasando una situación muy
mala. Creo que esta es una de las épocas
más oscuras de la historia de la humanidad. |