Radio Internacional Feminista
Conferencia Mundial de Naciones Unidas contra el Racismo, la
Discriminación Racial, la Xenofobia y Formas Conexas de Intolerancia
Durban, Sudáfrica - 31 de agosto a 7 de septiembre del 2001


La Tertulia Informa:
La Conferencia debe emitir una clara llamada para acabar con las maldades del Racismo

Guatemala, 1 de septiembre del 2001 (Tertulia). La Conferencia Mundial de Naciones Unidas contra el Racismo, la Discriminación Racial, la Xenofobia y Formas Conexas de Intolerancia fue inaugurada ayer en Durban, Sudáfrica, por Nkosazana Dlamini Zuma, ministra de Relaciones Exteriores de esa república y presidenta de la Conferencia.

Al inaugurar la ceremonia, la presidenta de la Conferencia aseguró, inspirados por los esfuerzos colectivos de la humanidad, la esclavitud, el tráfico de esclavos, el colonialismo y el apartheid han dejado de existir. "Han sido derrotados", dijo, "porque la humanidad no podía soportar la opresión de uno contra otro, porque la humanidad se ha atrevido a afirmar que todas las personas nacemos iguales, con derechos y dignidad inherentes". Estas nobles palabras, agregó, son una luz que guía y ofrecen esperanza a toda la humanidad.

"Representando a las mujeres africanas, conozco el dolor de la esclavitud, colonialismo cuyo legado me mira a los ojos cada día", dijo."Mi continente lleva las cicatrices de los conflictos, de la pobreza extrema, el racismo, la marginación, la exclusión social, el subdesarrollo, las inequidades económicas, la humillación y la falta de dignidad; todo ello tiene sus raíces en las prácticas de estos abominables sistemas".

Al afirmar el papel que es región ha jugado en la larga lucha contra el racismo, la presidente recordó que "fue en esta provincia que Mahatma Ghandi lanzó su lucha de resistencia no violenta y luego inspiró la lucha por la libertad en India y en el mundo". Sudáfrica, dijo, tiene una larga historia de resistencia simbolizada por el otorgamiento del Premio Nobel de la Paz al jefe Albert Lutuli, quien pertenece a esta región y fue el primer líder africano en recibir dicho galardón.

Sin embargo, "pese al triunfo contra el racismo, todos los países del mundo continúan luchando contra las formas contemporáneas de éste", dijo la ministra. "Espero que al final de esta Conferencia habremos aprendido de la comunidad internacional y compartido con ella las formas y los medios para manejar el racismo".

"Nuestra Conferencia debe emitir una clara llamada al resto del mundo para acabar con las maldades del racismo, la discriminación racial, la xenofobia y la intolerancia", dijo. "Concomitantemente, con esta llamada, debemos lanzar un Programa de Acción sostenible, capaz de ser implementado por cada país a cada nivel".

Tras reconocer el trabajo que se ha realizado hasta la fecha, Nkosazana Dlamini Zuma agradeció a todos los Estados Miembros por sus contribuciones en sus respectivas regiones, seguidas por las intensas reuniones preparatorias realizadas en Ginebra. Reconoció que ese proceso a veces parecía lúgubre y desalentador, "pero perseveramos y registramos avances sustanciales". Se debe construir sobre ello, agregó, "conscientes de la sensibilidad y el dolor involucrados en la confrontación de estos asuntos. Espero que juntos responderemos al desafío que se nos presenta. Debemos tener éxito, no podemos permitirnos algo menos que el éxito. Al final de este siglo, debemos ver hacia esta Conferencia como el inicio de una ofensiva contra el racismo".

Recordó que la Cumbre de la Juventud y el Foro de Organizaciones No Gubernamentales también han discutido estos asuntos y "han desafiado a la Conferencia a legarles un mundo no racial, no sexista, tolerante, pacífico. No podemos atrevernos a fallarles. Esto será un adecuado tributo a todas aquellas personas que durante generaciones han sacrificado sus vidas en el combate contra el racismo".

Al aceptar "con humildad" la tarea que le fue asignada como presidenta de la Conferencia, Nkosazana Dlamini Zuma reconoció que su éxito depende de la cooperación de todas las personas asistentes, "a través de nuestra perseverancia y cooperación en el espíritu de la hermandad y la sororidad".

Antes de cerrar la ceremonia inaugural, la presidenta citó a Nelson Mandela, "el ícono de nuestra lucha", en su libro «El largo camino hacia la libertad», en el cual hizo este "comentario seminal": "Me he tomado un momento aquí para descansar, para robar una mirada a los gloriosos parajes que me rodean, para mirar atrás en la distancia que he recorrido. Pero puedo descansar sólo por un momento, porque la libertad conlleva responsabilidades y no me atrevo a detenerme pues mi largo camino aún no ha terminado".

"Es mi ferviente esperanza", concluyó la presidenta, "de que al final de esta Conferencia podamos mirar atrás hacia el camino recorrido hasta ahora y pasar a darle una concreta expresión al Programa de Acción y a la Declaración que adoptemos por consenso".